Redactor de Internacional. Aprendí a cubrir economía en Argentina, aunque mi pasión siempre ha estado en Reino Unido y EEUU, en las que me centro actualmente, porque si algo no son precisamente estos dos países es aburridos. Estudio sobre el bitcoin y el universo de ideas y fraudes que ha crecido alrededor en mis ratos libres.

A pesar de agosto de fuertes caídas en el sector de las cripto, 2023 se está consolidando como una año de grandes rebotes en el sector. Bitcoin se ha establecido en los 26.000 dólares tras avanzar un 57% desde que arrancase este ejercicio. Ethereum ha seguido la misma estela con un avance del 37,58% y situándose en los 1.650 dólares. Sin embargo, esta tendencia ha tenido un gran contra: la tercera criptomoneda del mundo no solo no rebota sino que vive una sangría de miles de millones.

La presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, ha sido la última de los banqueros centrales en intervenir durante la reunión de la Fed en Jackson Hole. La líder de la autoridad monetaria del viejo continente se ha sumado al discurso que han ido lanzando tanto los diferentes miembros de la Reserva Federal, como su presidente, Jerome Powell, incidiendo en la necesidad de luchar contra la inflación aunque sea insistiendo en las subidas de tipos.

El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ha lanzado un mensaje más 'hawkish' de lo esperado en el simposio de Jackson Hole. El directivo ha advertido de que la economía de EEUU está resistiendo más de lo que calculaban ante las subidas de tipos, y que si el crecimiento sigue estando por encima de lo esperado, "podría arruinar el progreso que llevamos en la reducción de la inflación, por lo que tendríamos que subir más los tipos".

El fin de las subidas de tipos podría estar ya aquí. En las últimas semanas las palomas de la Reserva Federal han salido a la palestra para pedir evaluar la posibilidad de poner fin al ciclo de subidas. A pesar de haberse tomado una pausa en junio, la Fed volvió a la carga al ver que la economía aguantaba el enfriamiento y todo parecía indicar entonces que quedaban un par de alzas más todavía. A medida que los días han pasado y los expertos creen que los buenos datos de inflación dan margen a la institución monetaria para tomar esta decisión.

Las actas de la reunión de julio de la Reserva Federal muestran que las 'palomas' del Comité de Mercados Abiertos están empezando a separarse de la 'bandada' y advertir del riesgo que supondría subir los tipos de interés más de lo necesario. Según explican los documentos, "varios miembros" apoyaron mantener los tipos estables en la anterior reunión en vez de subirlos 25 puntos básicos, como defendió la mayoría. Además, a la hora de analizar los riesgos futuros, hubo "un número de participantes" que avisaron de que los riesgos ya tenían "dos caras": es tan peligroso quedarse cortos con el endurecimiento y dejar que la inflación se enquiste como pasarse de frenada y acabar provocando una recesión. De ahí que la Fed dijera que iba a ir "reunión a reunión", analizando los datos en cada momento.

El histórico giro a la derecha que dejan las primarias argentinas, en la práctica una 'primera vuelta' para las elecciones generales de octubre, ha dejado un sabor de boca agridulce en los mercados. La incertidumbre provocada por la ajustada victoria del libertario Javier Milei y el triple empate técnico entre las tres grandes fuerzas entre las que ha quedado dividido el electorado ha tirado a la baja a los bonos y al peso, con caídas de doble dígito en la apertura.

Ya han empezado las dos jornadas de reflexión que Argentina reserva antes de unas elecciones. Y mucha reflexión van a necesitar sus ciudadanos, que llegan en estado de shock a la que en la práctica es la primera vuelta de los comicios para renovar la presidencia, la mitad del Congreso y un tercio del Senado. Una serie de asesinatos brutales han acaparado la atención de los medios y han obligado a los candidatos a suspender el cierre de campaña. El resultado es que la que se presentaba como una elección clave entre tres modelos económicos muy distintos va a celebrarse en un ambiente muy enrarecido y de consecuencias imposibles de aventurar.

Apenas han pasado dos meses desde que EEUU evitó por los pelos caer en quiebra, y el Congreso estadounidense ya está mirando a la siguiente crisis que se avecina: los presupuestos. El país tiene que aprobar las cuentas del próximo año antes del 1 de octubre, pero los republicanos más radicales están amenazando con bloquear el proceso y llevar al país a lo que se conoce como un 'cierre del Gobierno' (la suspensión de las actividades no esenciales del Estado y el paro temporal de numerosos funcionarios) si no se cumplen las exigencias que ya pusieron sobre la mesa en la anterior negociación.

El año electoral llega a su primera fecha clave en Argentina y el Gobierno de Alberto Fernández se prepara ante un posible 'shock' postelectoral de la mejor forma que se puede en el país sudamericano: trayendo desde EEUU millones de billetes de dólares en efectivo para el caso de que haya un pánico bancario el lunes por la mañana. Una medida que deja clara la incertidumbre y preocupación ante un resultado electoral imprevisible.

Resultados mediocres de la empresa más valiosa del mundo que han decepcionado a Wall Street pero sin llegar a asustar a los inversores. Apple ha anunciado una caída de sus ventas por tercer trimestre consecutivo, la primera vez que tal cosa ocurre desde 2016, aunque ha batido las expectativas en beneficios e ingresos. El resultado es una combinación de cal y arena que ha dejado a las acciones de la firma casi planas en el after hours, con caídas inferiores al 1%.