Estudié Periodismo en la Universidad de Murcia y luego me trasladé a Madrid para cursar un máster en Investigación Periodística en la Complutense. Comencé como redactor freelance de prensa del corazón en La Razón y, finalmente, me incorporé a elEconomista.es, donde formo parte del equipo de Audiencias como redactor tanto de la sección de corazón como de viajes. Ahora me podéis leer sobre todo en Informalia, donde contextualizo y analizo la última hora de la crónica social.

Las modas afectan directamente en lo que comemos y, por supuesto, en nuestra manera de preparar los alimentos. Hay épocas en las que algunos empiezan a hacer su propio pan casero, otras que añaden un nuevo electrodoméstico como es la querida airfryer y, en esta ocasión, otras desmienten lo que muchos consideraban un gran sobre esfuerzo. Y es que preparar mantequilla casera, condimentándola con nuestras especias favoritas, no es tan complicado como nos imaginábamos.

En el norte de España está repleto de contrastes con paisajes que mezclan las verdes montañas y acantilados que se imponen sobre el mar. No es de extrañar que muchos de estos lugares atraigan durante todo el año a turistas que ven aquí un espacio ideal para disfrutar de la impresionante naturaleza con la historia y la rica gastronomía.

En España hay una gran cantidad de pueblos que reflejan una parte de la historia del país. Es normal que cada vez más turistas decidan mirar a estos entornos rurales para disfrutar de una escapada y conocerlos mejor. Sin embargo, el desgaste del paso del tiempo puede poner en jaque algunos lugares. Es el caso del pueblo Viejo de Belchite situado a 40 kilómetros al sur de Zaragoza. La falta de conservación ha hecho que actualmente solo un 15% de los edificios se mantengan en pie, algo que podría desencadenar en su desaparición si no se toman medidas.

A mediados de enero muchos son los que buscar hacer planes para recargar las pilas después de las fiestas. ¿Qué mejor que una escapada de fin de semana rodeado de naturaleza? Muy cerca de Madrid hay lugares perfectos para disfrutar tanto de planes románticos, como con amigos o en solitario y todo ello alejados del bullicio de la ciudad.

Las croquetas son uno de los platos que más triunfan en España por su lado crujiente y su interior cremoso. Esta receta no puede faltar en todos los restaurantes y bares de tapas del país con recetas tan variadas como tradiciones gastronómicas hay. Más allá del origen que tiene este plato a nosotros lo que nos interesa es saber cómo conseguir en casa el mejor resultado para disfrutar de esta experiencia culinaria.

La riqueza del entorno de Castilla-La Mancha ha convertido a muchos de sus pueblos en auténticos refugios naturales. Concretamente es en la provincia de Cuenca, salpicada con una gran variedad de villas con mucho encanto, donde el paisaje deja sin palabras a los turistas que lo visitan para alejarse del ajetreo de la gran ciudad.

Castilla León es una de las regiones más extensas y diversas de España que esconde rincones únicos perfectos para una escapada. Ya sea una mina de oro declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO o una ciudad que parece encantada. Sin embargo, hay otros puntos que, aunque tienen un pasado de esplendor, actualmente han caído en el olvido.

La gastronomía española destaca en todo el mundo por su gran variedad. Cada comunidad, cada provincia y hasta cada ciudad tiene sus particularidades que hacen de sus recetas únicas. Sin embargo, es la Costa Brava el lugar en el que más se puede disfrutar de los contrastes. Con un litoral que integra la montaña y el mar, los productos empleados para sus platos tradicionales los convierten en un referente.

¿Una escapada a la costa o un poco de turismo rural? España es un país de contrastes que ofrece una gran cantidad de planes perfectos para todo tipo de públicos. Sin embargo, ahora son los pintorescos pueblos que salpican nuestro país los que más popularidad están teniendo, sobre todo durante los meses más fríos del año. Muchos son los que ponen rumbo a la sierra o algún punto de Castilla-La Mancha para disfrutar de la arquitectura y tranquilidad de las pequeñas localidades con origen medieval.

Hay partes de España en las que el tiempo parece que se detiene y sumerge a los turistas en un viaje por la historia. Y es que a lo largo del territorio hay muchos pueblos con gran encanto con los que se reviven momentos del pasado, pero hay uno que destaca de entre el resto por ser un verdadero museo en vivo de la Edad Media donde han convivido la cultura cristiana, musulmana y judía.