Redactor de elEconomista

La reacción de los mercados al ataque arancelario que ha llevado a cabo la administración Trump ha cambiado radicalmente las perspectivas de recortes de tipos de la Reserva Federal. Si hace diez días se esperaba que la Fed bajase tipos 2 veces más en el resto de año (esa era la hoja de ruta que descontaban los inversores el 24 de marzo), el anuncio de los aranceles ha acelerado las expectativas de ver más recortes este año. Ahora se espera una bajada de 125 puntos básicos en las seis reuniones que quedan en 2025, un camino agresivo para la Fed que, sin duda, celebrará el gobierno si se termina produciendo. Las perspectivas de recortes de tipos en la zona euro también han acelerado, y ya se esperan 3 bajadas de 25 puntos básicos por parte del Banco Central Europeo este año.

Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos como un outsider en el mundo de la política tradicional, y en su segundo mandato ha dado un golpe sobre la mesa, logrando imponer una política de aranceles que no fue capaz de sacar adelante en su primer mandato como presidente. Los aranceles que ha aprobado Trump esta semana rompen con la ortodoxia globalista que ha caracterizado a Estados Unidos en los últimos años, y plantean la entrada en una nueva era antiglobalización en la política económica mundial. La aplicación de unos aranceles no vistos en 100 años ha llevado las manos a la cabeza de muchos analistas y economistas por el impacto negativo que tendrá en la economía mundial, y también en la estadounidense, pero hay algunos motivos más allá de lo evidente que pueden explicar la decisión que ha tomado la administración Trump.

Una de las señales claras de sobrevaloración de la bolsa americana está diluyéndose en las últimas semanas. La rentabilidad que ofrece el beneficio del S&P 500, en comparación con la del bono estadounidense a 10 años, ha sido en los últimos años un indicador de recalentamiento de la bolsa frente al bono, el activo libre de riesgo de referencia en el mundo. El título de deuda ha pasado la mayor parte del último año y medio ofreciendo una rentabilidad a vencimiento superior a la que ofrece el S&P 500, a pesar de que lo normal es que la bolsa sea quien ofrece retornos más altos, por el riesgo añadido que se asume en esta clase de activo.

Una extraña sensación se está apoderando de los mercados. El BCE y la Fed preparan un sprint final de los recortes antes de entrar en la niebla de los aranceles, en particular en el caso de la institución europea. En ese sentido, los principales analistas están coincidiendo en una idea: la realidad es que una inflación que parece algo más controlada por ahora y una preocupación económica mucho mayor por los aranceles y otras medidas de Trump, están imponiéndose en el radar de los bancos centrales y favoreciendo una 'traca final' de flexibilización.

El proyecto político de Donald Trump ha empezado con el pie izquierdo para Wall Street. En los primeros meses del nuevo presidente, la bolsa estadounidense ha sufrido un duro revés, con caídas del 5% en los primeros tres meses del año para el S&P 500, una corrección que contrasta con las subidas que se están produciendo en los principales índices europeos. La diferencia entre el mal comportamiento de la bolsa estadounidense y el resto del mundo queda clara al analizar el comportamiento del MSCI All Country World Index sin sus componentes estadounidenses, frente al S&P 500: en los primeros tres meses del año el primero sube más del 6,5%, frente a la caída que experimenta el principal índice americano.

Donald Trump ha demostrado que sus amenazas arancelarias, en ocasiones, son un punto de partida para empezar a negociar otro tipo de pactos. En este contexto, después de México y Canadá, ahora le ha tocado el turno a Europa, y la Comisión Europea ya está planteándose medidas concretas para tratar de llegar a un acuerdo con el nuevo gobierno estadounidense, y tratar de reducir los aranceles a los productos europeos lo máximo posible. Según explican a la agencia Bloomberg fuentes conocedoras de las intenciones de la Comisión, Europa ya estaría planteándose medidas concretas para tratar de aplacar a Trump.

Imaginen un granizado al que ya solo le queda un poco de hielo al fondo y poca sustancia, cada vez que absorbemos con la pajita obtenemos una mayor cantidad de agua y menos sabor... y recordamos con tristeza lo que al principio (hace unos minutos) fue una auténtica explosión de sabor en nuestra boca. Pues de una forma sencilla, esto es lo que le está sucediendo a la Cuenca Pérmica de EEUU, el mayor yacimiento de petróleo de esquisto (shale oil) del mundo. Este gran yacimiento está empezando a sufrir el agotamiento de sus mejores reservas de crudo. Todo el mundo sabía que este momento iba a llegar, pero no se sabía cuándo. Algunos expertos ya habían vaticinado que el principio del fin de la Cuenca Pérmica estaba a la vuelta de la esquina, una predicción que llegó acompañada de críticas por parte del sector petrolero. Sin embargo, cada vez parece más evidente que el gran yacimiento de petróleo de EEUU se enfrenta a crecientes problemas para seguir incrementando su producción de crudo: la geología parece haber llegado a su límite.

En los últimos años una plataforma se ha coronado como la reina de la comunicación en el universo de los videojuegos. A diario, millones de gamers encienden sus ordenadores, y antes de abrir cualquiera de sus programas de entretenimiento, arrancan Discord. En la plataforma, encuentran quién de sus contactos está conectado en ese momento, qué juego están utilizando en ese momento y si están disponibles para jugar. La compañía se ha convertido en el gran foro virtual del siglo XXI para los gamers: es la base del contacto entre jugadores y ofrece la posibilidad de compartir mensajes de texto, enlaces, comunicación por voz y streaming en vivo de las partidas. Ahora, Discord ha decidido salir a bolsa.

Aunque todas las miradas están puestas en los aranceles que Donald Trump quiere imponer al comercio internacional, que amenazan con sacudir la economía de medio planeta, hay un arancel que puede ser aún más importante que todos ellos. Uno de los principales asesores del presidente de EEUU ha diseñado un plan para debilitar el dólar que pasa por imponer un arancel a la compra de bonos del Tesoro de EEUU. Un 'arancel al dinero' que pondría el sistema financiero internacional patas arriba.

Hace 25 años, la empresa que es ahora conocida por ser la que tiene más bitcoins del mundo, saltó a la fama por detonar la burbuja de las puntocom. MicroStrategy se llama ahora Strategy y, aunque se haya cambiado el nombre recientemente, ha conservado a lo largo de los años su seña de identidad: es un foco de riesgo extremo. La compañía vende software desde el siglo pasado y ahora, además, acumula bitcoins por encima de sus posibilidades. El pufo en sus cuentas en los años 2000 consiguió acabar pinchando la burbuja de las puntocom y, en el aniversario de dicha tragedia, su balance sigue siendo muy sospechoso.