Redactor de elEconomista
Una plataforma de pagos común

Desde que el Banco Central Europeo anunció en 2020 que estaba planteándose la implantación de un euro digital para la Unión, han surgido muchas preguntas. ¿Por qué es necesario un euro digital? ¿Qué ventajas tendrá frente a la moneda tal y como se usa en la actualidad? ¿Se trata de una herramienta de control total en los pagos por parte del Estado? Todas estas preguntas, y otras muchas, poco a poco van recibiendo respuesta. Cada vez hay más detalles sobre el plan que está diseñando el BCE para los próximos años, que explican el interés de la institución por explorar la posibilidad de crear una nueva plataforma de pagos. Fuentes conocedoras del trabajo de preparación que está llevando a cabo el BCE destacan el coste que tendrá el desarrollo del proyecto, aunque la horquilla es amplia: entre 400 y 1.000 millones de euros.

Materias primas

El trigo es uno de los recursos agrícolas más importantes del mercado, y está encareciéndose a marchas aceleradas. Desde los mínimos del año que se vieron en marzo, su precio ha escalado casi un 20%, pasando de los 0,51 dólares por fanega hasta los 0,62 dólares. Ya ha borrado casi todas las caídas que acumulaba en el año, y las malas previsiones que hay para la cosecha de este año, en un momento en el que los inventarios mundiales son los más bajos en casi una década, están amenazando con impulsar los precios y contribuir a alimentar las presiones inflacionistas.

Entrevista

Robert F. Engle (Nueva York, 1942) es el padre del análisis de la volatilidad y de riesgos, un esfuerzo que le llevó a ganar el premio Nobel de economía en el año 2003 junto a Clive Granger, gracias al desarrollo de "los métodos par analizar las series temporales económicas con volatilidad variable en el tiempo". El modelo ARCH (autorregresivo con heterocedasticidad condicional) que desarrolló Engle en los años 80 se ha utilizado en la econometría para medir la volatilidad de una serie temporal, y el trabajo que ha desarrollado el economista estadounidense en el campo del análisis de riesgos le sitúa como la principal figura en este campo.

Algo no cuadra en la estrategia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP). El cártel lleva recortando su producción desde 2022 en un intento por mantener a flote los precios del petróleo. Sin embargo, al mismo tiempo que se producen los recortes, varios países clave del grupo están invirtiendo para incrementar su capacidad de producción. Esto quiere decir que, aunque este momento el bombeo de petróleo está limitado, en algún momento tienen pensado producir una cantidad de crudo que supera que la que bombeaban antes de los recortes. Estas inversiones para producir más crudo son caras, sobre todo si no producen un retorno. Este rendimiento no llegará mientras que se mantengan los recortes. El nerviosismo dentro del cártel parece cada vez mayor, con algunos países produciendo por encima de lo acordado y otros que tienen que hacer sacrificios mayores. Las grietas están apareciendo en la OPEP y cuanto más duren los recortes, mayor será la posibilidad de que estas grietas terminen rompiendo el dique de contención del petróleo (los recortes) y se inicie una guerra de precios que inunde el mercado de crudo.

Petróleo y gas

La guerra de Ucrania está agravando el problema del empleo de Rusia, y está salpicando a una industria clave para la economía del país, la del gas y el petróleo, uno de los motores que, precisamente, permite financiar el esfuerzo bélico. Cada vez escasean más los trabajadores en el sector de la energía; aunque los salarios históricamente han sido altos en la industria del gas y del petróleo, a día de hoy no son capaces de competir con lo que paga el ejército. A eso hay que añadir el problema demográfico que lleva ya décadas afectando al país.

Materias primas

El precio del petróleo llega al cierre de la semana con una caída de casi el 7%, un descenso que no experimentaba desde la primera semana de febrero. El barril Brent, de referencia en Europa, se mueve ahora en el entorno de los 83,1 dólares, y ha caído gracias a las noticias que apuntan a la posibilidad de una tregua en la guerra de Gaza. La OPEP+ se reunirá dentro de un mes y los analistas empiezan a especular con la posibilidad de que el cártel no cambie su estrategia, y confirme que seguirán manteniendo la oferta limitada hasta final de año, después de prorrogar en marzo el pacto hasta junio. Sin embargo, algunos miembros de la Organización, como Emiratos Árabes Unidos, Kazajistán o Iraq, van a aumentar su capacidad total de producción, algo que puede seguir presionando a la baja a los precios del recurso energético.

Política monetaria

La Reserva Federal ha conseguido convencer esta semana a los inversores de que su plan está bien encaminado. Los mercados cierran la semana descontando dos recortes de tipos de 25 puntos básicos este año, una bajada más de lo que esperaban antes de la reunión de la Fed de este miércoles. La insistencia de Jerome Powell con que la Fed está más cerca de bajar tipos que de subirlos ya convenció el miércoles a los inversores, y el dato de empleo que se ha publicado este viernes ha terminado de apuntalar las expectativas de ver dos bajadas en el precio del dinero este año. Incluso empieza a asomar la cabeza una tercera, algo que encaja con el plan que la Fed publicó al cierre del primer trimestre. Según el mercado, habrá un recorte en septiembre y otro en diciembre.

Mercados y cotizaciones

El banco británico Barclays publica todos los años su informe ‘equity guilt study’, un documento en el que analizan en profundidad la situación de los mercados mundiales en su conjunto, y destacan tendencias de largo plazo que han identificado en este momento. En su último informe los analistas del banco lanzan un aviso a navegantes: el mercado de renta fija está viviendo un cambio estructural, y es posible que la rentabilidad del bono estadounidense se mantenga alta incluso aunque la Reserva Federal comience a bajar los tipos. Esto, a su vez, tendrá consecuencias en los mercados internacionales de renta fija, y la culpa de todo la tiene el enorme déficit fiscal que ha alcanzado el gigante estadounidense, en combinación con la retirada de la Fed como principal comprador de la deuda.

Materias primas

La historia que ha llevado al precio del cobre a los 10.000 dólares la tonelada por primera vez desde 2022 es sencilla: los pronósticos para la demanda en los próximos años apuntan a un fuerte crecimiento y la producción del metal no va a ser suficiente para cubrir el aumento del consumo. Los analistas tasan en 150.000 millones de dólares el dinero que tendrá que invertir la industria en los próximos años para poder atender esta nueva demanda un esfuerzo titánico para las mineras, que sufren el proceso de extinción de los yacimientos de cobre más productivos. La oferta de BHP para comprar Anglo American es un ejemplo de cómo las empresas del sector quieren conseguir aumentar su oferta del metal, cada vez más preciado, a toda costa.

Política monetaria

Este viernes se ha confirmado que los mercados han borrado del mapa sus expectativas de ver dos recortes de tipos de interés en lo que queda de año en Estados Unidos. Los inversores ya compran que sólo habrá una bajada de tipos de aquí a 2025, una posibilidad de la que algunos analistas veían avisando desde que se conociese, el pasado 10 de abril, que la inflación en Estados Unidos continúa dando señales de una fortaleza inesperada.