Redactor de elEconomista

El último año de Repsol ha sido positivo para el accionista. La compañía está cumpliendo con su plan estratégico antes de lo previsto, alcanzando objetivos de retribución antes de lo estimado, gracias, en buena parte, al efecto beneficioso que han tenido en su negocio los altos precios del petróleo. Ir por delante de sus objetivos de dividendo en metálico comprometidos no ha sido el único logro que ha conseguido la petrolera española. El año pasado también aceleró la recompra de acciones anunciada hasta alcanzar la meta marcada en el plan estratégico para 2025. Aunque aún quedaría una parte si quisiera borrar el efecto del scrip dividend.

Actas de la reunión de diciembre

En diciembre de 2021 el Banco Central Europeo (BCE) echaba balones fuera sobre el repunte de la inflación y aseguraba que era un efecto transitorio, derivado de la salida del Covid y de shocks externos en los mercados de la energía. Un año después, las cosas han cambiado mucho, y las actas de la última reunión del organismo, la que tuvo lugar el 15 de diciembre, reflejan cómo el Consejo de Gobierno del organismo ya ha empezado a asumir su responsabilidad en la espiral inflacionista que ha tenido lugar en los últimos meses.

Entrevista

Como responsable global de la inversión en renta fija de Fidelity, uno de los mayores inversores del planeta, es obligado escuchar atentamente lo que Steve Ellis tiene que decir sobre la situación actual. La incertidumbre es grande, después de cerrar un año muy negativo para los mercados, especialmente los de renta fija.

Política monetaria

En los últimos meses han surgido rumores sobre el malestar de los trabajadores del Banco Central Europeo (BCE), al no haber sido satisfechas sus demandas de un incremento salarial por encima de las tasas de inflación de los últimos meses. Ahora, la última encuesta llevada a cabo por la Organización de Servicios Públicos Europeos e Internacionales (IPSO, por sus siglas en inglés), el sindicato de trabajadores del BCE, confirma que el malestar es una realidad, y también el incremento de la desconfianza por parte de los equipos del organismo respecto de los líderes del BCE.

FONDOS ESG

Los fondos sostenibles continúan aumentando su peso en la industria de la inversión. Según los datos que publica Inverco, el año pasado se cerró con más de 100.000 millones de euros en patrimonio en este tipo de fondos (productos bajo el artículo 8 o 9 del Reglamento de Divulgación de Finanzas Sostenibles, o SFDR), un incremento de 39.000 millones de euros durante el año, y que supone que el 33,7% de los fondos españoles ya sea sostenible.

Materias primas

Las esperanzas de que China sea capaz de solucionar los problemas que han surgido y está teniendo que lidiar desde el año pasado está sentando muy bien a los metales industriales en el inicio de año. En un año en el que continúa el descenso generalizado de las materias primas que empezó en 2022, con el índice de Bloomberg de recursos básicos descendiendo un 1% en lo que va de año, los metales industriales están escapándose de las pérdidas.

La aplicación de inteligencia artificial ChatGPT ha sorprendido al mundo por su capacidad de automatizar procesos de distinta naturaleza. Elaboración de textos, código fuente para desarrollo web... un abanico de posibilidades con las que el asistente robótico puede ayudar al usuario humano. La noticia de la semana pasada, en la que se insinuaba interés por parte de Microsoft en invertir 10.000 millones de dólares en OpenAI, la desarrolladora de ChatGPT, ha vuelto a situar a la firma, y al sector de la inteligencia artificial, en el punto de mira.

Política monetaria

Los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés este año. Un hecho adelantado por los propios responsables de las políticas monetarias y que también descuenta el mercado.

Inversión

Dejar el dinero aparcado para no tener exposición al mercado ha perdido atractivo frente a una renta fija de corto plazo y otros activos, como los depósitos, que ya ofrecen retornos interesantes para los inversores.

Renta fija

Desde hace ya varios meses gestores y analistas se han cansado de repetir el atractivo que presenta la renta fija, especialmente la corporativa, en el contexto económico actual. Con la inflación retrocediendo desde los máximos que se vieron el año pasado y los bancos centrales acercándose al final del proceso de subidas de tipos, las rentabilidades a vencimiento de los bonos han alcanzado ya niveles suficientemente atractivos para volver a incluirlos en cartera.