
Los bancos centrales seguirán subiendo los tipos de interés este año. Un hecho adelantado por los propios responsables de las políticas monetarias y que también descuenta el mercado.
Sin embargo, el 2023 será testigo de cambios de ritmo entre las diferentes instituciones. La Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), la que puso mayor empeño y a un ritmo más acelerado, se ha propuesto levantar los tipos de referencia por encima del 5% descartando a la par una bajada de los mismos para este 2023.
Sin embargo, el mercado no se cree el discurso hawkish del presidente de la Fed, Jerome Powell, y sí que considera que hay motivos para que a partir de septiembre puedan producirse recortes, según datos de Bloomberg. Y es que el dato de inflación de diciembre, en el 6,5%, confirmó la evolución favorable de los precios que siguen a la baja. El descenso del IPC en el país presiona a Powell para que rebaje su presión en la economía y para la primera cita del año, en febrero, se prevé una subida de 25 puntos básicos, inferiores a los vistos durante el año pasado.
Y según el Overnight Indixed Swap (OIS), solo se produciría otro movimiento idéntica a la de febrero hasta alcanzar el techo del 5% que no se vería superado. Todo ello considerando movimientos a lo sumo de 25 puntos básicos dado que la Fed no suele realizar ajustes con múltiplos inferiores a esa cifra y si Powell no se escuda en factores como el desempleo (en el 3,5%, mínimos de casi 50 años) para seguir con su política más restrictiva.
¿Habrá bajada de tipos en EEUU?
La hoja de ruta que tiene la Fed en mente, y se representa en el gráfico de puntos del organismo, que indica dónde esperan que se sitúe la inflación en los próximos años los distintos miembros del Comité del Mercado Abierto, no contempla recortes de tipos en 2023, y los sitúan entre el 5% y el 5,25% a cierre de este año.
Sin embargo, como ya se ha destacado, el mercado no lo ve de la misma forma, y considera que el organismo se verá obligado a finales de año a empezar el proceso de recorte de tipos. Para muchos, la recesión va a producirse, y forzará a que la Fed suavice su política monetaria antes de empezar 2024.
Lo que están descontando los mercados, según los futuros sobre los tipos de interés en Estados Unidos, es que, entre septiembre y diciembre de 2023, la Fed lleve a cabo dos recortes de tipos de 25 puntos básicos. Esta es la gran incógnita que ahora mismo tienen los inversores, y muchos analistas basan sus perspectivas para la bolsa y la renta fija en los próximos meses en función de si este recorte se producirá, o no.
Para algunos analistas, el escenario de la recesión es el más probable y tienen como escenario más probable que la Fed sea el primer banco central en plantearse, como poco, una bajada de tipos en la segunda mitad del año que viene. Es el caso de Tiffany Wilding, economista y directora del Cyclical Forum de Pimco, y Andrew Balls, director de inversiones de la gestora, uno de los mayores inversores en renta fija del planeta. "La economía ha sido más resistente de lo esperado, pero las perspectivas se han deteriorado. Las condiciones financieras se han endurecido y nuestro escenario base es de modestas recesiones a lo largo y ancho de los mercados desarrollados", explican los expertos.
Así, los expertos creen que los bancos centrales de los mercados desarrollados continuarán "subiendo los tipos de interés durante este trimestre aproximadamente", pero avisan de que, "a medida que avance 2023, se modere la inflación y aumente el desempleo, la necesidad de una política restrictiva será menos clara". Para ellos, "dado que EEUU parece estar liderando las tendencias inflacionarias en los mercados desarrollados y la inflación podría caer más rápido en EEUU que en cualquier otro lugar, la Fed podría ser el primer banco central en debatir sobre bajadas de tipos en la segunda mitad de 2023", advierten.
Otros analistas que también consideran la recesión como el escenario más probable, no coinciden con Pimco en la previsión de recortes de tipos por parte de los bancos centrales.
Es el caso de Blackrock, quienes destacan su expectativa de que "las economías desarrolladas se enfrenten a una recesión" este año, y eso llevará a los principales bancos centrales a "frenar las subidas de tipos, en el momento en el que el daño económico sea evidente", señalan. Sin embargo, eso no significa que vayan a recortar el precio del dinero, y desde el banco estadounidense descartan "bajadas de tipos en 2023, ya que esperamos que la inflación se mantenga por encima de los objetivos de los bancos centrales", es decir, el entorno del 2%, un nivel de inflación que nadie en el consenso de analistas espera para este año.
Una de las principales causas que hará que la inflación sea "más pegajosa" es la situación del mercado laboral en el sector servicios en Estados Unidos, donde se están produciendo "falta de mano de obra". Todo esto les lleva a descartar que "los bancos centrales vayan a bajar los tipos para rescatar a los países desarrollados de una recesión", indican.
Por contra, el BCE tiene más recorrido por delante que su homólogo norteamericano hasta conseguir la estabilidad de precios y dejar la inflación en el 2%. Con el IPC de la eurozona en el 9,2% al cierre del 2022 el mercado descuenta dos subidas consecutivas de 50 puntos básicos a partir de febrero que llevarían al tipo de facilidad de depósito al 3% (tipo de interés terminal al 3,5%). A partir de ahí el OIS ligado a Europa proyecta movimientos menos pronunciados, según Bloomberg, que dejaría la tasa de depósito entre el 3% y el 3,5%. Y, por descontado, sin recortes de tasas a la vista ni en las reuniones del BCE este año ni para las primeras del 2024.
La evolución de los precios y la economía en el Reino Unido tampoco permitirá al Banco de Inglaterra (BoE) relajar el ritmo de subidas con el último dato de inflación en el país en el 10,7%. De esta forma el BoE realizaría una última subida de 50 puntos básicos antes de dar pasos más cortos en sus subidas de tipos de interés.
Además, con el cambio de año, el último reducto de las políticas expansivas entre las grandes potencias mundiales podría cambiar de parecer. Los futuros apuntan a que el Banco de Japón abandonaría los tipos en negativo que ha mantenido durante los últimos años y que a partir del cuatro trimestre se podría ver una subida de tipos acumulada de 25 puntos básicos.