Bajo lo que a primera vista parece un pobre desierto y unas aguas tranquilas, la región del Golfo Pérsico alberga en el subsuelo el mayor tesoro energético del mundo. Allí, en una franja de territorio que conecta a Arabia Saudí, Irán y Qatar, se concentran tres yacimientos de hidrocarburos únicos 'en su especie', que contienen reservas de hidrocarburos sin parangón en el planeta. No es una casualidad geológica: este es el epicentro energético del mundo, un triángulo de oro negro y gas azul que ha alimentado economías, definido políticas exteriores y moldeado la historia del siglo XX y XXI. Ghawar, Safaniya y North Field/South Pars no son solo nombres en los mapas petroleros; son colosos subterráneos que sostienen el pulso del sistema energético global. Uno es el mayor yacimiento de petróleo del mundo. El siguiente, el mayor yacimiento de crudo bajo el mar. El último, el yacimiento de gas más grande del mundo. Todos se encuentran relativamente muy juntos, en unos cuantos cientos de kilómetros cuadrados.