Ante la crisis del Covid-19, Europa reaccionó a la crisis sanitaria y socio económica con una respuesta inédita hasta la fecha, la creación de un instrumento financiado con deuda mutualizada de los países miembros por 800.000 millones de euros, de los que casi 750.000 se destinaban al Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. España sería el segundo país que más fondos obtendría para recuperarse del golpe económico, suponiendo una oportunidad histórica para transformar nuestro tejido productivo, incrementar nuestro potencial de crecimiento y generar empleo estable.