Catedrático, abogado y escritor

Se nos informó el pasado 2 de diciembre sobre la normativa europea que permitirá condicionar la recepción de fondos comunitarios al respeto del Estado de Derecho. Y de que esto está un poco más cerca de hacerse plenamente efectivo, tras la recomendación por el abogado general de la Unión Europea de rechazar los recursos presentados por Polonia y Hungría para impedir su aplicación.

Como país, hemos cumplido muchos retos, la sociedad expresa sus anhelos, habla de distintas cosas. Y en este contexto, de gente hablando de todo, yo lo que echo en falta es anhelar también ser un “poquito más fuertes”. Sí, lo echo en falta. Pertenecemos a un Estado débil. Si algo marca el Estado español de nuestro tiempo es este rasgo de la constante debilidad. No sé si se podría cambiar esto.

Más filosofía del Derecho, que Derecho constitucional o positivo, queda hacer, expresando sensaciones como jurista, ante los indultos. La sensación es de cierta derrota y de cierta humillación. De que incluso el político Junqueras tiene razón cuando dice que el indulto es muestra de la debilidad del Estado español. El problema de fondo de los indultos parte en efecto de la especial debilidad del Estado, en el exterior y hacia el interior. Hemos construido un sistema jurídico a base de debilitar al Estado. Los indultos es una muestra más. El quid más bien debería estar en empezar a tomar decisiones importantes, de profunda reforma constitucional, para fortalecer al Estado, volviendo al modelo francés. De lo contrario, el separatismo irá avanzando al paso que el Estado será cada vez más débil. Los indultos es más de lo mismo. No es nada nuevo. Todavía hablamos de progreso... y lo único que hemos creado desde hace décadas es un Estado de adeptos al separatismo. ¿Y cuando todos en Cataluña, y no solo el cincuenta por ciento, se integren bajo la política dominante “de la integración”? El caso es que, según aumenta dicha política, más desaparece el constitucionalismo. Pero el objetivo se ha logrado: la derecha constitucionalista desaparece en ciertos territorios. Todos felices. Lo importante es que estos partidos tengan menos votos que ERC... No solo obtienen la victoria de los indultos. Han ganado incluso la batalla de la imagen. Y es que, en el Estado español, llega a tener mejor imagen un separatista que una persona de derechas que defienda los valores unitarios. No hay más que observar el trato de los medios hacia unos y hacia otros.

El problema esencial es la política que se hace en ciertos territorios (Cataluña, Valencia, Mallorca, País Vasco, en cierta medida también Galicia): en tanto en cuanto arraigan esas “políticas” la gente deja de votar al PP, o Cs., por supuesto a Vox, e incluso al PSOE. El tema lingüístico tiene una crucial importancia. Y, de hecho, la mayor emergencia está en cortar ese futuro bodrio de Ley… que pretende marginar el español o castellano y su carácter (ya mermadamente) vehicular.

Tribuna

El quid es lo cultural, ideológico y educativo. La derecha ha puesto énfasis en lo económico y olvidado ese otro frente. Y la propia izquierda, cuando se trata de lo cultural-autonómico se inhibe igualmente.

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