Frenar el consumo de tabaco es la casilla que todas las autoridades sanitarias quieren tachar de su lista de objetivos. Bruselas ha solicitado a los diversos gobiernos europeos extender la prohibición de fumar a algunas zonas al aire libre como las terrazas de bares y restaurantes, parques infantiles y piscinas o paradas de autobús. Estos son lugares donde los no fumadores están especialmente expuestos. Además, esta medida va dirigida tanto a los cigarrillos tradicionales como a los productos emergentes como los ‘vapers’.