
Durante 2023 en España se suicidaron 3.952 personas, un 6,5% menos que en 2022 tras años en los que los casos no hacían más que subir. Estas cifras siguen siendo "absolutamente terribles" y ante este escenario la ministra de Sanidad, Mónica García, junto a la Comisionada de Salud Mental, Belén González, y el secretario de Estado de Justicia, Manuel Olmedo, ha presentado el Plan para la Prevención del Suicidio cuya aprobación se espera a lo largo del próximo año. Tendrá una duración de tres años, concretamente de 2025 a 2027.
Se trata de un plan que se encuentra en construcción y aún se desconoce el presupuesto económico que le acompañará y que correrá a cargo del Ministerio de Sanidad. Este irá de la mano de la Estrategia de Salud Mental. Además, se está elaborando junto a las comunidades autónomas – las cuales algunas ya cuentan con su propia hoja de ruta y otras no -. "Cada una de las 11 muertes diarias representa una tragedia que nos exige una reflexión como sociedad", apunta Mónica García.
El plan persigue seis objetivos: potenciar los sistema de información respecto a la conducta suicida (se creará un observatorio para la prevención de este conducta), información, sensibilización y lucha contra el estigma (incluye campañas de sensibilización), prevención del suicidio en todas las políticas públicas y cautela en situaciones de vulnerabilidad.
También incluye como fin un enfoque integral de la conducta suicida y un mejor abordaje sanitario a través de medidas como mejorar la dotación de recursos en las urgencias de los hospitales y establecer programas para la asistencia urgente y de continuidad asistencial de las personas con conducta suicida, especialmente en forma de atención telefónica o visitas domiciliarias.
"No llegamos a todos los suicidios. Debemos aumentar la atención a estas personas", afirma el secretario de Estado de Justicia. De hecho, solo uno de cada cuatro españoles que presentaron riesgo de suicidio y el 23% de quienes se quitaron la vida en 2023 recibieron asistencia, según indica Olmedo.
El plan también incorpora una ampliación del servicio del 024, la línea de atención a la conducta suicida creada en 2022. Se introducirán mejoras como la recomendación de "Activos en Salud", herramientas que pueden ayudar a los usuarios a encontrar apoyo y recursos en su comunidad. Desde su creación, 300.000 personas han llamado a este número de teléfono, es decir, 12.000 al mes. De ellas, el 5,2% (alrededor de 16.015) recibieron atención inmediata de los servicios de emergencia.
Además, el 40% fueron realizadas por mujeres y el 35% por hombres. El resto prefirieron no indicar su género, según Belén González. Además, en julio de 2023 se instauró un servicio de chat, que ya ha recibido 1.800 mensajes al mes. De ellos, el 40% eran de riesgo medio de suicidio. "Las personas de entre 20 y 29 años son las que más lo utilizan", afirma Belén González.
Por otra parte, un aspecto que preocupa a las autoridades sanitarias es el aumento del 118% respecto a 2018 de los intentos de suicidio por conducta autolítica. En 2023, de las 5.323 consultas en el servicio de toxicología, el 85,2% fueron por ingesta de medicamentos y de ellas la mayor parte (casi el 83%) por fármacos que actúan en el sistema nervioso como los psicofármacos o ansiolíticos, según Manuel Olmedo. La razón principal fue la facilidad de acceso a este tipo de tratamientos. Ante este escenario, llevarán a cabo un plan de desprescripción de ansiolíticos y psicofármacos.
Otro aspecto que inquieta a las autoridades es la disparidad de género. Mónica García ha apuntando durante la presentación del plan que el suicidio es tres veces mayor en los hombres que en las mujeres, pero que estas últimas protagonizan más intentos.