Jack Nilles, físico de profesión y ex ingeniero de la NASA, sentó las bases del teletrabajo en la década de 1970. En plena crisis petrolera en los Estados Unidos, Nilles buscaba reducir los desplazamientos al trabajo para disminuir la contaminación ambiental y los problemas con el transporte, su propuesta fue crear el telecommuting como una alternativa a la movilidad, llevar el trabajo al trabajador y no el trabajador al trabajo; sin embargo, en ese momento no se contaba con los medios tecnológicos suficientes para su desarrollo. Han pasado 40 años y, a pesar de estar en la cuarta revolución industrial y de que algunas grandes empresas ya llevan algunos años ensayando medidas de trabajo flexible, lo cierto es que la práctica del teletrabajo no se ha extendido, y en España menos. Cepsa, IBM, Microsoft, BBVA, Telefónica, entre otras, y recientemente ING implantaron modelos de trabajo que incrementaban la atracción y el compromiso de los profesionales, sobre todo de aquellas posiciones relacionadas con la tecnología y más difíciles de captar.