Opinión

¿Dónde está mi trabajo? Lo que la pandemia se llevó

La pandemia ha trastocado por completo el mercado laboral

Cómo decía un conocidísimo anuncio de Coca Cola del año 2007, "para todos", la pandemia ha cambiado de golpe el trabajo para todos. También para los jóvenes, que están en la mitad del sprint laboral, y para aquellos que viven en la fina línea de la prejubilación o la jubilación anticipada. El edificio del empleo, ya bastante deteriorado en nuestro país, ha sufrido las peores consecuencias de la pandemia. Sectores supuestamente antisísmicos como el Turismo y la Hostelería han quedado vacíos por el confinamiento, por una mala gestión sanitaria, y por un comportamiento no siempre excelente como ciudadanos (no hay que echar siempre balones fuera). Pero no nos engañemos, ya sabíamos desde hace tiempo que todos los trabajos estaban tocados por la digitalización y los procesos de automatización. Para resistir, debemos construir un trabajo flexible, no encorsetado a un estatuto de los trabajadores.

Por fin este año hemos ganado a Grecia en la tasa de desempleo de nuestros jóvenes. El 41,7% de la juventud española no tiene trabajo. El entrenamiento para quedar los primeros en el ranking ha consistido en una dieta repleta de planes de estudios obsoletos y que no maridan con un mercado de trabajo que demanda un talento que las universidades no surten; una mentalidad de padres, y la sociedad en general, que identifica la Formación Profesional con bailar con el más feo o la más fea, pese a la creciente demanda de este tipo de titulados; una falta de Talento, con mayúsculas, con habilidades y competencias digitales por encima de los conocimientos que se presuponen y se quedan rápidamente obsoletos. Año tras año salen múltiples informes sobre las posiciones más demandadas y todas llevan el apellido digital, independientemente de que se provenga de Letras o Ciencias, antiguas dicotomías que el presente mundo laboral no entiende; y, por último, una falta de curiosidad que conlleve aprendizaje constante, seña de identidad de los profesionales con éxito en mercados de mucha incertidumbre.

La pandemia, además, ha estrechado las puertas del mercado de trabajo a los jóvenes, y la nueva regulación del Teletrabajo todavía hará más daño a este colectivo no sólo porque les priva de su ansiada flexibilidad, sino porque bajo esta modalidad solo cabrá un acuerdo de trabajo a distancia con un porcentaje del 50% de prestación de servicios presencial. Como siempre, la ley está muy alejada del funcionamiento real de los nuevos escenarios laborales y no diferencia entre trabajos relacionados con servicios y otros cuya presencialidad es inherente al propio desarrollo del mismo.

Urge un mercado laboral flexible que no esté encorsetado a un estatuto de los trabajadores

Por su parte, están los que se encuentran en mitad de su carrera profesional, aquellos que llevan trabajando más o menos 20 años, un colectivo cada vez más estrecho. Pertenecientes a una generación de esfuerzo, resignada, obediente y acostumbrada a no hacer muchos cambios no vaya a parecer que tienen poco compromiso. Una generación que se ha adaptado de forma más o menos rápida a la tecnología, a trabajar en la nube pero, sobre todo, a trabajar sin rechistar. Un grupo que ahora de pronto se encuentra en una situación injusta en la que la posibilidad de ser despedidos se expande más que el virus; un virus que, aunque no entiende de género, sí de edad. Cuidado con salir despedido del mercado de trabajo con más de 45 años sin haber estado nunca activo en la búsqueda de empleo. Las posibilidades de volver a esta galaxia cada vez más convulsa será como una lotería. No hay más remedio que dejar de lamentarse y espabilar, precioso verbo que significa sacudirse la pereza, apresurarse, darse prisa en la realización de algo.

Y por último, un grupo que lo tiene aún más complicado: los que están en el horizonte del desempleo por causa de su edad. Para ellos solo un consejo: ponte YA a crear tu propuesta de valor diferencial porque te va a tocar emprender en un mundo de tiburones millenials y otras especies. Lo que vayas a ofrecer al mercado tiene que reunir dos características: que sea muy demandando y que tenga pocos competidores. Tu empleabilidad será exponencial si te anticipas a lo que no se le ocurrió pedir a nadie. Debes trabajar de inmediato tu perfil digital, tus contactos y adaptar toda la experiencia acumulada durante años a un escenario que cambia constantemente.

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