El ser humano no se siente cómodo con los cambios ni en los entornos de incertidumbre. Aunque como nos recuerda Darwin, solo sobreviven, no solo los más fuertes sino los que mejor se adaptan.
Híbrido: "dicho de una cosa que es producto de elementos de distinta naturaleza".
No se podía haber escogido peor palabra para definir los nuevos modelos de trabajo. Pues lo que cambia es el medio y no la naturaleza del mismo. En plena turbulencia de las olas víricas, hay que reflexionar, no solo sobre el lugar donde se desarrolla el trabajo, sino en relación al propósito del mismo.
La no presencialidad tanto en lo laboral como en los entornos educativos exige pararnos a pensar sobre si tiene sentido hacer las cosas de la misma manera cuando cambia el entorno. ¿Las clases tienen que tener la misma duración en virtual que en presencial? ¿Y las reuniones? ¿Tiene sentido las mismas horas de trabajo? ¿Para qué tengo que ir a trabajar a una oficina?
La nueva variante del virus nos ha dado una fuerte bofetada de incertidumbre y hay que acostumbrarse a vivir y a trabajar en esta normalidad que cada día es distinta. Hay que dejar de mirar atrás, hay que dejar de decir, si cuando ya pase esto ya lo haré. No lo dudes, hazlo ya, espabila, porque lo normal será lo incierto, no el antiguo territorio que conocíamos tan bien. No hay que pensar solo en nuevas pandemias. ¿Podrán volar los aviones si se incrementa la temperatura?
El virus se debilitara, pero aparecerán nuevas incertidumbres para las que nos tenemos que anticipar. Los cambios que va a provocar la transición energética y el cambio climático nos dibujaran nuevos escenarios, ¿tiene sentido ir a trabajar con temperaturas extremas?, ¿tiene sentido tardar en desplazamientos más de dos horas al día, y además es responsable con el medioambiente hacerlo?
Lo que está claro es que es el momento de pararse a pensar cómo vamos a organizar el trabajo, y esto no va solo de cuantos días vas a teletrabajar, los que puedan hacerlo, sino del propósito del mismo. La automatización va a hacer nuestro trabajo más productivo, vamos a hacer más tareas en menos horas. Y el tiempo lo tendremos que dedicar a eso de lo que se lleva hablando tantos años en las empresas y de lo que nunca se tenía tiempo: innovar, crear, estudiar bien los hábitos de consumo de los clientes, de la sociedad.
Y recuerda que sólo sobreviven los que se adaptan a la certidumbre de la incertidumbre.