Redactora de Belleza

No sé tú, pero si hablamos de cabello, hace tiempo que busco algo más que un buen peinado. Ya no me vale con alisar, ondular o dar volumen, ahora necesito que cada gesto también proteja mi melena y la mantenga sana, brillante y alejada del estrés oxidativo que tanto daño le hace. La buena noticia es que gracias al avance de la tecnología, el bienestar capilar con herramientas que peinan, tratan, reparan y nutren, incluso el cuero cabelludo, es ya una realidad al alcance de cualquiera.

Basta con darse un paseo por las redes sociales para llenarse de inspiración, viendo las nuevas tendencias e ideas para un maquillaje natural y super favorecedor este verano, donde, sin duda, hay un protagonista absoluto: el blush. Desde el efecto sunkissend, pasando por el strawberry o el tomato girl makeup, el objetivo es conseguir ese aspecto fresco y saludable que dan las tonalidades más vivas.

Cuando hablamos de tratamientos estéticos, ya no lo hacemos de manera aislada, ni con la idea puesta en parecernos a quien no somos. Las nuevas tendencias nos invitan a mirarnos como un todo para buscar el equilibrio adecuado entre nuestros rasgos, formas y proporciones. Esta es una de las misiones de la doctora Dagné Pupo, fundadora y directora médica de Dagné Pupo Clinic, quien es experta en armonización facial y en envejecimiento saludable, aquel que aporta calidad a los años y en el que merece la pena invertir en resultados sostenidos a largo plazo.

Picor, irritación y aparición de costras amarillentas en el cuero cabelludo, son algunos de los síntomas que presenta la dermatitis seborreica, uno de los problemas capilares más comunes. Si bien es cierto que tiene tratamiento, suele ser una condición recurrente que provoca mucha inseguridad en que quienes la padecen.

Adaptar la rutina facial a las necesidades específicas de tu piel, es uno de los mayores retos que existen. Entre la cantidad de productos que hay en el mercado (tan virales como apetecibles) y las redes sociales bombardeándonos con todo tipo de información, resulta complicado saber qué ingredientes son aptos para nosotras, cómo y cuándo aplicarlos.

Las ganas de vacaciones van en aumento y con ellas, empezamos a pensar en esas rutinas que acompañan la temporada estival. Personalmente, me parece que despertar frente al mar y con la sensación de sol y sal en el cuerpo, es una de las más agradables que existan. Sin embargo, a menudo va acompañada de otra no tan placentera que afecta al cabello: el encrespamiento, uno de los problemas capilares que tienen que ver con la humedad de ambiente y que empeoran dependiendo de lo añada que esté nuestra melena y su grado de hidratación.

Aunque cada vez estamos más concienciadas acerca de la importancia de usar un buen protector solar durante todo el año, lo cierto es que cuando las temperaturas suben y el sol aprieta, resulta insuficiente si queremos cuidar nuestra piel del daño oxidativo. Sabemos que los rayos UVB y UVA son los principales responsables de las quemaduras solares, ya que penetran en la capa más superficial de la piel y pueden afectar el ADN celular. Mientras que la radiación infrarroja genera calor excesivo en la piel, favoreciendo la inflamación y el envejecimiento prematuro.

El verano, con sus playas y piscinas, las terracitas, los paseos por el campo y toda esa actividad al aire libre que nos permite, es una de las estaciones que más daño puede causar a nuestra piel. Es por ello, que los expertos recomiendan replantearnos los cuidados que le damos para trabajar en sintonía con sus necesidades y conseguir así que el sol, el calor y el agua salada, dejen de ser agresores para convertirse en aliados. Porque el verdadero lujo no está en lo efímero, sino en lo constante: una piel saludable, equilibrada y resiliente durante los 365 días del año.

Me confieso adicta al rizado de pestañas. No puedo salir de casa sin una buena curvatura, siento que mi mirada cambia al instante y mis ojos se ven más grandes y bonitos. Sin embargo, llevo tiempo notando que cada día caen un par de ellas, lo que me ha hecho preguntarle a una experta si esto es normal y cómo puedo prevenir su caída.

La piel no es la misma a los 30 que a los 60. Cambia su estructura, cambia su capacidad de regeneración y cambian también las prioridades del cuidado. Como explica Blanca Llácer, farmacéutica especialista en Dermofarmacia y fundadora de THE LAB, "la piel sufre cambios fisiológicos y funcionales que derivan en diferentes necesidades en cada etapa".