Confieso que soy de quienes creen a pies juntillas en el sentido amplio de la palabra holístico, es decir, en su conjunto. No me cabe en la cabeza que todavía haya quienes piensen que nuestro cuerpo no está conectado, y que ese dolor en la rodilla puede deberse a una lesión en la espalda, del mismo modo que mi piel apagada puede encontrar su origen en el estrés que vivo a diario.