No sé tú, pero soy de esas personas a las que les encanta cuando el viento deja una estela suave de mi perfume favorito en el ambiente, o recordar lo bien que me hacen sentir esas notas frescas cada vez que me llega el aroma aún presente en mi piel, después de un día intenso. Aunque en verano todo cambia. Con el calor, parece que debemos afinar mejor el sentido del olfato para elegir aquellas fragancias ligeras y que combinan con el sol, el mar y la brisa, que contengan notas que no compitan con el calor, sino que lo abracen. "Cítricos jugosos, flores blancas bañadas por el sol, almizcles limpios, toques acuáticos y acordes que huelen a crema solar, a piel dorada, a vacaciones", explican desde Isolée, el espacio donde se congrega el mayor número de firmas de perfumería de autor y cosmética de lujo.