Reportero especializado en banca y finanzas. Antes, estuvo en la agencia internacional de noticias Reuters, donde cubrió empresas y mercados europeos, y en el periódico El País, dedicándose a temas económicos. Italiano, pero ciudadano del mundo.

BBVA no oculta su apetito por Cataluña. Es la entidad que más ha elevado su cuota de crédito en pymes entre 2021 y 2023, un 2,3%, según el detallado informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que contiene el dictamen sobre la opa lanzada al Sabadell. Además, es la que menos sucursales ha cerrado entre 2021 y 2024, apenas tres. La integración con el vallesano le permitiría ampliar aún más sus tentáculos en la región, incluyendo a las zonas menos pobladas. Con el matrimonio, Sabadell triplicaría sus oficinas en los municipios catalanes de menos de 10.000 habitantes, al pasar de las 49 actuales a 146 de la entidad combinada.

El grupo financiero francés, BPCE, ha ganado la contienda para hacerse con Novo Banco y ha acordado adquirir a la entidad portuguesa por 6.400 millones de euros, sellando una de las operaciones transfronterizas más relevantes del sector bancario europeo de los últimos años. BPCE acabó por imponerse a CaixaBank: aunque no había declaraciones oficiales, varios medios apuntaron a que la entidad catalana había contratado a Morgan Stanley y a Deloitte para realizar las correspondientes valoraciones y decidir, llegado el caso, si pujar por la entidad lusa. Preguntado sobre la venta a BPCE, el banco presidido por Tomás Muniesa declinó hacer comentarios al respecto.

Desde el pasado 9 de mayo, cuando BBVA lanzó su oferta de adquisición para Banco Sabadell, ambas entidades están más comprometidas que nunca a exhibir todo el potencial de su músculo financiero. Una de las cartas que la entidad presidida por Carlos Torres puso sobre la mesa en el primer trimestre fue economizar al máximo sus gastos. En este período, el banco vasco redujo su factura un 0,1% frente al año anterior en el negocio doméstico, hasta 816 millones de euros, siendo el único jugador del sector en lograr aminorar sus costes, aunque sea ligeramente.

En su largo escrutinio sobre la opa BBVA-Sabadell, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) hizo una radiografía del sector bancario español para poner bajo la lupa los posibles riesgos que implica la operación y concluyó que las fintech y los neobancos ejercen una presión competitiva "escasa" en el segmento de la banca minorista. En cambio, las entidades tradicionales sí ven a estas firmas emergentes como competidores directos en el mercado de servicios de pago, según reflejan las respuestas al test de mercado lanzado por Competencia antes de emitir su dictamen.

El clima de incertidumbre debido a los desequilibrios geopolíticos y comerciales no asusta, de momento, a los bancos. Las entidades financieras siguen aprovechando del momento dulce que está viviendo la economía española -con un crecimiento por encima de los otros países europeos y una morosidad en mínimos- para descargar su hucha de provisiones y, a pesar de un entorno de tipos a la baja, lucir excelentes beneficios. En el primer trimestre, la gran banca redujo un 20% su partida de dotaciones de pasivo y pérdidas por deterioro, hasta 943 millones de euros. Es una cifra que considera únicamente la actividad en España, salvo en el caso de CaixaBank, que no desglosa esta métrica por países.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) defendió que, a la hora de ejercer su función reguladora en un proceso de consolidación, no puede establecer unos compromisos eternos, al tratarse de algo que no le compite. "Estos remedios, necesariamente, deben tener un carácter temporal ya que, en otro caso, serían medidas regulatorias indefinidas que la CNMC no está habilitada para establecer a través del mecanismo de control de concentraciones", detalló en el documento sobre el dictamen de la opa BBVA-Sabadell.

Los compromisos que BBVA debería asumir en su intento de hacerse con Banco Sabadell han sido objeto de un intenso debate durante el escrutinio de la operación por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Las Cámaras de Comercio de Cataluña y Alicante pidieron un blindaje del crédito a todas las pymes cuya cuota de financiación con las dos entidades alcance un 50%. La patronal catalana Pimec fue aún más estricta en su análisis, al exigir que este umbral baje al 20%, según el documento publicado por Competencia sobre su dictamen.

La fintech italiana Scalapay, especializada en la opción de pago "compra ahora, paga después" (buy now, pay later, en inglés), busca reforzarse en España. Tras aterrizar en este mercado hace tres años, considera que tiene un potencial de crecimiento enorme debido a la alta tasa de digitalización del país y al aumento de las transacciones online. "El momento es muy positivo, porque si miramos al desarrollo que tuvimos en Italia o en Francia cuando entramos allí, estamos creciendo mucho más ahora en España. Los grandes players que han entrado en Europa desde China, por ejemplo, han elegido España como test", ha apuntado Giorgio Moretti, country manager de Iberia de la firma.

Las principales autoridades europeas comienzan a pasar de la teoría a la práctica para aliviar las cargas a la banca. El objetivo es reforzar las entidades financieras para que ayuden mejor con los grandes desafíos inversores del Viejo Continente y fortificar su competitividad frente a los colosos globales de Estados Unidos y China. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE), la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y hasta el Banco de España han armado equipos especializados para trabajar en una simplificación normativa.