
BBVA no oculta su apetito por Cataluña. Es la entidad que más ha elevado su cuota de crédito en pymes entre 2021 y 2023, un 2,3%, según el detallado informe publicado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que contiene el dictamen sobre la opa lanzada al Sabadell. Además, es la que menos sucursales ha cerrado entre 2021 y 2024, apenas tres. La integración con el vallesano le permitiría ampliar aún más sus tentáculos en la región, incluyendo a las zonas menos pobladas. Con el matrimonio, Sabadell triplicaría sus oficinas en los municipios catalanes de menos de 10.000 habitantes, al pasar de las 49 actuales a 146 de la entidad combinada.
El banco presidido por Carlos Torres defiende que el nuevo grupo ampliaría con creces su presencia en todo el territorio catalán, al duplicarse la red de oficinas para los clientes del Sabadell. En concreto, el vallesano ahora dispone de 343 sucursales y tras la integración el banco agregado contaría con 741, al sumar las 398 de BBVA.
Este cómputo excluye los posibles cierres que se podrían producir tras la fusión. Son datos recogidos por la Autoridad Catalana de Competencia (ACCO), que en su último informe sobre el proceso de concentración detalló también el número de oficinas presentes en Cataluña de CaixaBank (831) y del Santander (256).
"Se trata de un oligopolio en el que cuatro empresas concentran la mayor parte del mercado. Si la concentración entre el BBVA y el Sabadell se hace efectiva, la entidad resultante ostentará el 34,8% de las oficinas de Cataluña, y los dos primeros bancos (CaixaBank y la entidad resultante) operarán conjuntamente el 73,7% de estas", aseveró. Eso sí, a nivel regional CaixaBank mantendría la mayor cuota de mercado, con un 38,9%. En Barcelona, sin embargo, "el nuevo BBVA" sería el banco con más oficinas y alcanzaría una cuota de casi el 38%.
La CNMC no hace caso omiso del aumento de la concentración en estos territorios: "A la vista de la importancia que la red de sucursales de las entidades tiene en materia de inclusión financiera, el incremento de la exclusión es otro riesgo derivado de la operación, que esta Dirección de Competencia no descarta".
BBVA, que informó que su previsión de cierre es de 300 sucursales, incluyó el mantenimiento de la presencia física en su partida de compromisos. El vasco no cerrará oficinas cuando no haya otra (de la entidad resultante) a menos de 300 metros; tampoco en códigos postales con renta per cápita inferior a 10.000 euros; ni donde queden menos de tres competidores; ni en municipios de menos de 5.000 habitantes en los que al menos una de las partes está presente.
Un rechazo generalizado
Aunque patronales y organizaciones empresariales pusieron el acento de su negativa a la opa en la afectación para pymes y autónomos, dirigentes y formaciones políticas también alertaron del impacto en la reducción del número de oficinas, más allá de las 300 ya comunicadas por la entidad vasca. De hecho, el propio Gobierno, con la carpeta de la operación todavía sobre la mesa, ha advertido de su preocupación por la reducción de la huella física que supondría la concentración.
Por ello, pedir que reduzca el número de cierres avanzado podría ser una medida del Ejecutivo con tal de endurecer la fusión, más allá de rebajar el número de despidos. A la espera de conocer la decisión del Consejo de Ministros, prevista dentro del 27 de junio, diferentes estamentos de la sociedad catalana han mostrado su oposición a la transacción cada vez que han sido cuestionados al respecto. Lo han hecho desde la Generalitat hasta patronales como Foment del Treball y Pimec o los distintos sindicatos.