Madrid
Desde el pasado 9 de mayo, cuando BBVA lanzó su oferta de adquisición para Banco Sabadell, ambas entidades están más comprometidas que nunca a exhibir todo el potencial de su músculo financiero. Una de las cartas que la entidad presidida por Carlos Torres puso sobre la mesa en el primer trimestre fue economizar al máximo sus gastos. En este período, el banco vasco redujo su factura un 0,1% frente al año anterior en el negocio doméstico, hasta 816 millones de euros, siendo el único jugador del sector en lograr aminorar sus costes, aunque sea ligeramente.
El progresivo descenso de la inflación ha dado a los bancos un respiro en la gestión de los gastos. De hecho, en el conjunto del sector, la subida interanual fue de un 3,9%. Sin embargo, la rápida transformación digital en marcha obliga a las entidades a potenciar sus inversiones en la modernización de sus tecnologías, lo que acaba por elevar sus recibos.
De las cuentas financieras de BBVA se desprende que los gastos de personal se elevaron en un 2,9% durante los tres primeros meses del año, hasta 431 millones. En este aumento del presupuesto influyen las nuevas contrataciones del banco: solo en España, la plantilla incorporó alrededor de 1.350 personas en el último año.
En cambio, los otros gastos de administración descendieron un 3,9%, hasta 292 millones, así como el apartado de amortización registró una bajada del 1%, hasta 93 millones. Por tanto, los costes terminaron compensándose y la factura de la entidad mostró apenas variaciones frente al mismo período de 2024. Preguntado por más detalles sobre la gestión de sus finanzas, BBVA declinó hacer más comentarios al respecto.
En México, su principal mercado, los gastos se incrementaron en un 11,7% a tipo de cambio constante. A diferencia de España, en este caso subieron tanto los otros gastos de administración como aquellos relativos al personal. Las nuevas contrataciones fueron más de 500. Eso sí, al incluir en el cómputo las fluctuaciones de las divisas, la variación interanual mostró una reducción total de gastos del 4,2%.
Fuerte aumento en Turquía
La región donde la factura registró el mayor incremento fue Turquía, el tercer mercado de la entidad, donde la comparativa interanual de la cuenta de resultados se ve afectada por la depreciación de la lira turca en el último año (casi un 15%). A tipo de cambio constante, es decir, aislando este efecto, los costes aumentaron un 49,9%, debido al crecimiento del personal -fichó 662 personas más-, las revisiones salariales en el contexto de la inflación y las mayores inversiones en publicidad y tecnología.
Mantener la partida de gastos bajo control es clave para una entidad financiera a la hora de impulsar su eficiencia. Es curioso que, al considerar el negocio bancario en todos los mercados geográficos, el único banco que redujo sus gastos en el cuarto trimestre del año pasado fue Sabadell. El descenso fue fruto principalmente del plan de eficiencia puesto en marcha por el banco para su negocio británico. TSB, adquirido en 2015, fue durante años el patito feo del vallesano, aunque tras una profunda reestructuración consiguió resurgir de sus cenizas. De hecho, Sabadell aspira a que su aportación a los resultados del grupo aumente a medio plazo.
Poniendo bajo la lupa los resultados del banco presidido por Josep Oliu, los costes de TSB descendieron en el primer trimestre del año, tanto en su variación interanual como intertrimestral. En cambio, excluyendo el negocio británico, la factura se elevó ligeramente frente al año pasado, aunque sí se abarató comparado con el trimestre anterior. En el negocio doméstico del resto de bancos, Santander incrementó sus gastos en un 1,6%, Unicaja un 4,4%, CaixaBank un 5,4% y Bankinter un 15,8%.
Nuevo cálculo de sinergias en la opa al Sabadell
Tras la aprobación de la opa al Sabadell por parte de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el banco vasco deberá comunicar tanto a la CNMV como a la SEC, el regulador del mercado estadounidense, un nuevo cálculo de las sinergias previstas. El nuevo cómputo reflejará el impacto de los últimos compromisos introducidos para convencer a Competencia de la bondad de la operación. BBVA estimó en su día que obtendría 850 millones de euros en ahorros de costes.