En una ciudad donde el lujo a menudo se mide en excesos y excentricidades, La Fonda se alza como un santuario sereno de gastronomía y memoria. En 1978 fue el primer restaurante dentro de un hotel en Marbella en obtener una Estrella Michelin. Hoy, renacido en el mismo edificio que lo vio brillar, vuelve a situarse entre los grandes templos del sabor, en un entorno que invita a la calma y al disfrute pausado.