Cuando José María García Urbano alcanzó la alcaldía de Estepona en 2011 puso en el centro del municipio un contador con lo que debía el Ayuntamiento en aquel momento: 300 millones de euros. Hoy, tras 14 años, ese contador ha llegado a cero. Ya no hay deuda que amortizar. De ser uno de los consistirios más endeudados de España a uno de los más saneados y potentes económicamente tras una hazaña financiera sin precedentes. El alcalde ha definido este logro como "un hito para la ciudad, conseguido en tiempo récord".