Marta González es redactora en elEconomista.es, donde se incorporó en junio de 2021. Graduada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, le interesa el medioambiente y escribe sobre temas variados, desde startups y criptomonedas hasta barcos.

Warner Brothers ha anunciado esta semana que su película Batgirl -basada en los cómics del universo DC- no verá nunca la luz ni en cines ni en su plataforma de streaming, HBO Max. La cinta, protagonizada por Leslie Grace y con Michael Keaton como Batman, ha costado 90 millones de dólares y se encontraba en pleno proceso de postproducción, por lo que su cancelación ha sido una sorpresa para muchos. Estos son los posibles motivos que han llevado a la productora a tomar esta decisión.

La escala de precios no parece que vaya a terminar en un futuro cercano y sus efectos en el bolsillo de los consumidores son cada vez más graves. En el caso de Reino Unido -donde la inflación interanual está actualmente en el 9,4%-, los trabajadores peor pagados y los más vulnerables, así como la Generación Z y los millennials son los que más han visto cómo su situación empeoraba con el paso de los meses. El aumento del coste de la vida está obligando a algunos a aceptar trabajos adicionales, cancelar sus suscripciones a plataformas de streaming e incluso a volver a casa de sus padres.

Parece que ha cambiado la dirección del viento para el sector del transporte marítimo de contenedores. La bonanza de los últimos meses propiciada por la alta demanda, las elevadas tarifas de flete y la congestión aún sin resolver en la cadena de suministro parece haber pasado y los principales actores del sector se están viendo obligados a revisar sus perspectivas para este año y el que viene.

No todo son negros nubarrones y malos augurios en el sector de las startups de entrega de comida a domicilio. Así lo demuestra la joven promesa india Zepto, que parece inmune a la crisis en la que lleva inmersa el negocio del 'delivery' desde hace meses. La app, que promete realizar la entrega de los pedidos en menos de 10 minutos, solo ha necesitado 9 meses para alcanzar una valoración de 900 millones de dólares. Ahora, se propone "rozar" los mil millones de ingresos anuales.

Más de dos años después de que las consecuencias del coronavirus pusieran patas arriba la cadena de suministros mundial, ésta todavía no ha conseguido volver a su estado prepandémico. Los confinamientos, las restricciones, la escasez de materias primas y la fuerte demanda han provocado tal congestión en los puertos de EEUU y Europa que actualmente hay decenas de miles de millones de dólares en comercio están bloqueados o anclados en medio del mar.

El gigante chino del fast fashion (moda rápida) Shein está revolucionando el sector. Su negocio basado en ofrecer una amplia gama de precios a precios muy bajos le ha granjeado seguidores por todo el mundo y una valoración de 100.000 millones de dólares. Tras abrir pop up stores en Madrid y Barcelona para testar el mercado, la compañía se ha propuesto hacer una oferta pública inicial en EEUU en 2024. Mientras eso sucede, la compañía se ha aliado con Amazon para vender sus productos en cuatro países -España es uno de ellos- a través de su página web.

La India no solo consigue esquivar un escenario inflacionario prolongado y la consiguiente crisis económica que se cierne sobre multitud de países, sino que va camino de convertirse en la economía que más rápido crece a nivel mundial, asegura el Banco de la Reserva de la India (RBI). Sin embargo, la entidad no especifica cuándo ocurrirá.

Mientras medio mundo se derrite por las altas temperaturas, el sector de las criptomonedas vive un invierno que parece no tener fin. Una debacle que comenzó con el desplome de terra y su token luna y que, conforme se alarga, arrastra consigo cada vez a más víctimas. Una de ellas es el fondo de cobertura de criptografía Three Arrows Capital, al que el criptoinvierno ha golpeado tan duramente que ha terminado por declararse en bancarrota. En un giro de los acontecimientos, sus fundadores, Su Zhu y Kyle Davies, han desaparecido de la faz de la Tierra.

La pandemia ha sido una lección magistral sobre el verdadero funcionamiento de la cadena de suministros. Hasta marzo de 2020, muchos desconocían los materiales con los que estaban fabricados los productos que compraban, así como de dónde venían y cómo llegaban a las estanterías de las tiendas o a sus casas. El transporte marítimo juega un papel fundamental en todo el proceso, dado que el 90% de los electrodomésticos, ropa y alimentos han viajado por mar en algún momento. El problema es que los buques portacontenedores utilizan una de las gasolinas más sucias del mundo, el búnker, y sitúa al sector como el responsable de entre el 2% y el 3% de las emisiones mundiales de carbono. Frente a esto, y ante la aparente inacción para frenar el impacto climático de esta industria, ha surgido un grupo cada vez más grande de empresarios que apuesta por una opción que no dañe al planeta: los veleros de carga.

Sin visos de que el criptoinvierno vaya a llegar a su fin en un futuro cercano, el bitcoin lleva unas semanas relativamente tranquilo en el entorno de los 20.000 dólares. Incluso ha conseguido remontar esta semana la breve caída hasta 19.000 dólares provocada por el dato de la inflación de EEUU en mayo. Sin embargo, algunos de los escenarios macroeconómicos que se dibujan para la vuelta del verano podrían situar a la principal criptomoneda más cerca de los 10.000 que los 30.000 dólares.