Mariano Guindal
La reforma de la Constitución es como las carreteras, que siempre van en dos sentidos. Hasta ahora, cuando se habla de "encajar el llamado problema catalán y vasco" solo se contempla una dirección: avanzar en el autogobierno hasta alcanzar una soberanía compartida. Pero existe otro punto de vista, como es replantearse el título octavo y la ley electoral. Al fin y al cabo, PP, PSOE y Ciudadanos representan el 75% de la soberanía nacional en el Congreso de los Diputados.