La onza de oro se revaloriza un 35,5% en lo que llevamos de año. Acaba de renovar sus máximos históricos por encima de los 3.600 dólares por onza, y cotiza cerca de los 3.575. Ha vivido un subidón espectacular en un 2025 extraordinario para la renta variable, pero también plagado de temores y dudas. La guerra arancelaria emprendida por Donald Trump y el riesgo de recesión han hecho mella en los mercados. Sin ser un momento de pánico, los inversores se han tirado al oro, activo refugio por excelencia, como hacía mucho que no lo hacían. Hasta el punto de que 2025 va camino de convertirse en el mejor año para el metal precioso desde 1979.