Corresponsal en Bruselas

La invasión militar de Rusia en Ucrania supuso un golpe para la recuperación económica que se había planeado tras la pandemia en la UE. Después de que los peores temores sobre una recesión en el arranque del año hayan sido disipados, la Comisión Europea ha presentado este miércoles su paquete de primavera. Un documento en el que insta a España a realizar una mejora del ajuste estructural presupuestario de al menos del 0,7% del PIB en 2024, lo que se traduce en algo más de 9.700 millones de euros.

La economía europea se encontró con múltiples obstáculos inesperados en los últimos años. Una repentina pandemia paralizó la actividad de los Veintisiete y obligó a tomar medidas extremas para minimizar los altos ratios de mortalidad. Hubo quien auguró que el impacto sobre la economía sería devastador. Y la UE puso en marcha un inédito plan de Recuperación que se basaría en la primera emisión de deuda conjunta de los Estados miembro. Un hito que supuso un antes y un después para los conocidos como países frugales y que aspira a aupar una economía herida.

La automoción española juega una baza trascendental en las próximas semanas. En el aire está albergar la sede del negocio de combustión e híbridos del Grupo Renault y Geely, denominado Horse.

Aunque parece que sea un asunto en cierta forma lejano, la pandemia puso entre la espada y la pared a la economía europea. Lo hizo en muchos sentidos, pero los cortes de la cadena de suministro y el bloqueo de los fletes del transporte marítimo no hizo sino acuciar la crisis de los microchips, que golpeó de lleno al sector del automóvil. Casi obligado a la parálisis. Y Bruselas ha tomado acción para evitar una coyuntura similar dando luz a la Ley de Chips.

La espiral alcista de los precios reduce el ritmo del ascenso de los últimos meses, derivado de la invasión militar rusa de Ucrania y la escalada de los precios de la energía. La inflación de la eurozona experimentó un repunte del 7% en abril, sin embargo, la inflación subyacente da por primera vez cierto alivio al dibujar la primera bajada en diez meses, según confirman los datos definitivos de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat.

Bruselas revisa los parámetros de la unión aduanera con una reforma que busca adaptarse al comercio electrónico y luchar contra el dumping, que tiene contra las cuerdas a los pequeños negocios incapaces de competir con los bajos precios de grandes plataformas como Amazon o Alibaba. Así es que la Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta para que las importaciones por valor de menos de 150 euros tengan que pagar derechos de aduana. Una reforma con la que la UE espera recaudar hasta 1.000 millones de euros anuales en ingresos aduaneros adicionales.

Los recientes acontecimientos en el sector bancario, con la crisis de varias entidades en Estados Unidos y la caída y rescate de Credit Suisse por UBS en Suiza, han avivado la conversación sobre la unión bancaria en el seno de la UE. El mensaje de las instituciones comunitarias se refiere a la solidez del sector europeo y a su fuerte posición de capital aunque, mientras, los ministros de Economía y Finanzas de la UE tratan de avanzar en la última propuesta de Bruselas para que los bancos medianos y pequeños puedan financiar su resolución a través de los fondos de garantía de depósito nacionales.

Si los temores a una recesión técnica inundaban las proyecciones económicas del arranque del año, los cálculos finalmente apuntan a una ralentización del crecimiento. El Producto Interior Bruto (PIB) de la zona euro experimentó un ligero repunte en el primer trimestre del 2023, del 0,1% respecto al último tramo del 2022, según los datos preliminares de la oficina de estadística comunitaria, Eurostat. Un comportamiento que se alinea con el del último trimestre del 2022, cuando la economía de los países del euro avanzó un 0,1%, respecto a los tres meses anteriores.

Las proyecciones económicas de la Comisión Europea han resultado ser una de cal y otra de arena para el Gobierno. Y si Bruselas ha elevado medio punto la previsión de crecimiento de España en 2023, hasta el 1,9%, sin embargo, coloca la ratio de déficit sobre el PIB por encima del 3% que proyectaba el Gobierno para 2024, concretamente al 3,3%. La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ha evitado dar explicaciones de tales divergencias ya que no se trata de una "diferencia material", a su juicio, y ha reiterado la intención del Gobierno de alcanzar el objetivo del 3% el próximo año.

La economía española cerrará el 2023 mejor de lo previsto en un inicio. Tras esquivar los temores de una recesión en las pasadas previsiones de invierno, el Ejecutivo comunitario ha elevado al 1,9% las perspectivas de expansión del PIB español en el 2023, según se extrae de las proyecciones de primavera hechas públicas este lunes, frente al 1,4 % previsto en el arranque del año.