
La economía española cerrará el 2023 mejor de lo previsto en un inicio. Tras esquivar los temores de una recesión en las pasadas previsiones de invierno, el Ejecutivo comunitario ha elevado al 1,9% las perspectivas de expansión del PIB español en el 2023, según se extrae de las proyecciones de primavera hechas públicas este lunes, frente al 1,4 % previsto en el arranque del año.
El crecimiento del 1,9% se sitúa por encima de la media de la eurozona y de la UE, con alzas del PIB previstas en 2023 del 1,1% y el 1%, respectivamente. Dos estimaciones que implican un repunte desde el 0,8% y el 0,9% que Bruselas planteaba a principios de año.
"Nuestras proyecciones para España son positivas y optimistas a pesar de que haya alguna variante en cuanto al equilibrio presupuestario", ha señalado el Comisario de Economía, Paolo Gentiloni, en rueda de prensa. En un paso más ha considerado que el impacto de la sequía en el PIB español "será importante" y ha destacado que "la situación energética española es positiva".
El rebote del 1,9% del PIB español sería el séptimo más alto de la UE. La previsión se sitúa por encima de las principales economías de la eurozona, ya que la Comisión Europea ha pronosticado un alza del 0,1% del PIB para Alemania, de un 0,7% para Francia, un 1,2% para Italia, aunque por debajo del 2,4% proyectado para Grecia.
Respecto al 2024, Bruselas mantiene en el 2% su pronóstico de crecimiento para España, en línea con las anteriores proyecciones de invierno y de otoño. La aceleración de la economía responde a una mayor demanda interna y una mayor contribución de la inversión. No obstante, el PIB español se verá superado el alza del 5% de la economía griega, seguido del avance del 4,1% de Malta o el 3,5% de Rumanía.
En su análisis, el Ejecutivo comunitario ha destacado que la recuperación del sector turístico español ha contribuido a la mejora de las perspectivas económicas y ha puesto en valor la "resistencia" del mercado laboral, con el aumento de los ingresos de los pensionistas y los trabajadores por el salario mínimo.
Por otro lado, la Comisión Europea ha apuntado que la movilización de los fondos de Recuperación contribuirá a sostener la inversión. Además, advierte del impacto negativo del endurecimiento de las condiciones financieras de la deuda privada. Si bien la mayor parte de los nuevos préstamos hipotecarios se conceden a tipos fijos de interés, el grueso de los préstamos se concentra a tipos variables.
Discrepancias por el déficit de 2024
Lo cierto es que las previsiones hechas públicas este lunes reflejan un distanciamiento entre los cálculos de Bruselas y los del Ejecutivo español respecto al déficit. Así es que la Comisión Europea ha estimado que el déficit público cerrará el 2023 en el 4,1% y se corregirá hasta el 3,3% en 2024. Dos cifras que distan del 3,9% proyectado por el Gobierno de Pedro Sánchez para el presente año y el objetivo de 3% de 2024. Será ese año cuando volverán a aplicarse las reglas fiscales, que actualmente se encuentran en proceso de reforma por parte de las instituciones europeas, pero que requerirá que el déficit sobre el PIB sea inferior al 3% y la deuda sobre el PIB inferior al 60%.
El Ejecutivo comunitario ha puesto sobre la mesa el coste presupuestario de las medidas de apoyo energético y ha indicado que su supresión contribuirá a reducir el déficit a niveles del 3,3% en 2024. Además, ha señalado que la evolución de este indicador en 2023 se verá afectada por la eliminación de las medidas de emergencia para la pandemia.
El déficit de las administraciones públicas se reducirá, aunque de forma más gradual que anteriormente en 2023. En 2022 mejoró por la fortaleza de los ingresos, como ejemplifica el caso de la recaudación del impuesto de sociedades, que creció un 11,1%, y del IRPF, con un alza del 16,5%. Los ingresos por IVA también registraron un crecimiento del 13,1% impulsados por el fuerte consumo privado, la recuperación del turismo internacional, el dinamismo del sector inmobiliario y el fuerte aumento de las importaciones nominales.
Inflación a la baja
La estimación de primavera de Bruselas aplaca también los peores temores sobre la evolución de los precios y rebaja cuatro décimas la previsión de inflación en España, hasta el 4% en 2023. Sin embargo, eleva al 2,7% los niveles de precios para 2024, respecto al 2,3% previsto en el arranque del año.
Ambas cifras se sitúan, en cualquier caso, por debajo de la media esperada para la zona euro y la UE para este ejercicio, de un 5,8% y 6,7%. No obstante, cabe considerar que la Comisión Europea ha elevado dos y tres décimas, respectivamente, las proyecciones de la evolución de los precios para el presente año, respecto a los cálculos efectuados en un inicio. Lo mismo sucede con los pronósticos de 2024, cuando se espera que la inflación de la zona euro caiga al 2,8% y en los Veintisiete al 3,1%.
La deuda pública de España, no obstante, continuará en niveles elevados por encima del 100% aunque el recorte será mayor del esperado. Según las proyecciones de primavera, España cerrará el año en niveles del 110,6%, frente al 112% que estimaba el pasado otoño para 2023 y 2024.
Para el próximo ejercicio España recortará su deuda al 109,1% según el Ejecutivo comunitario, un avance mejor de lo planteado por el Gobierno español que marcó una senda de reducción de deuda para el año que viene que se cerrará en el 110%.