Fundaor y presidente ejecutivo de Fisher Investments

Recuerda cuándo todo el mundo anhelaba la vida anterior a la pandemia? Los expertos aseguraban que jamás volvería, que las cadenas de suministro, los viajes y el consumo habían cambiado para siempre. Incluso estrechar las manos y abrazarse eran, para ellos, cosa del pasado. ¿Y ahora? Como quien no quiere la cosa, estamos recuperando la normalidad económica. Para muchos analistas, sin embargo, la situación es delicada. No se deje arrastrar por el miedo y abra la puerta a la “vieja normalidad”.

Que la renta variable se mueve en dirección contraria a la renta fija, que el repunte del petróleo es bajista o que los tipos de interés elevados lastran a las tecnológicas: ¿Qué tienen en común todos estos conocidos tópicos de la inversión? Que todos son falsos. A estos, además, hay que sumar otras difundidas opiniones de los expertos que, en realidad, son incorrectas. Afortunadamente, gracias a la correlación, podemos identificar estos falsos argumentos. Esta herramienta sencilla, pero poco utilizada, nos permite desmontar muchos mitos del mercado y detectar oportunidades. En las próximas líneas veremos cómo emplearla.

En el primer semestre de 2023 dejamos atrás los malos resultados registrados el año pasado en todo el mundo, pero ¿qué categorías están llamadas a liderar las subidas en este nuevo ciclo? Sencillamente, las que más cayeron, porque, aunque los escépticos desconfíen, la recuperación aún no ha concluido. ¿A qué debemos prestar atención a partir de ahora? Veremos qué tres sectores probablemente tomen la delantera y cuáles quedarán rezagados en el incipiente mercado alcista.

En octubre de 2022, comenté que la renta variable mundial se aproximaba a un momento muy favorable: los nueve meses en torno a las elecciones legislativas de mitad de mandato en Estados Unidos. Históricamente, estos nueve meses son los más rentables de forma sistemática. Esta vez no ha sido diferente, a juzgar por los espectaculares resultados de la bolsa mundial y la solidez del IBEX 35. ¿Qué nos espera de aquí en adelante? Si nos atenemos a los datos históricos, en 2023 continuará la racha alcista y, aunque es posible que se modere el ritmo de las ganancias, el factor político internacional no supondrá un impedimento, sino que impulsará a las acciones hasta 2024. Así pues, hay motivos para el optimismo.

Siete meses después de que el lanzamiento de ChatGPT desatara la locura por la inteligencia artificial (además de una investigación de la Agencia Española de Protección de Datos), la sociedad no se pone de acuerdo: ¿será la próxima revolución tecnológica o la máquina del día del juicio final? No tiene que elegir, ya que la inteligencia artificial (IA) brinda oportunidades, pero ni la expectación ni el miedo actuales están justificados.

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