Con un pie en la economía internacional y los mercados, con otro en nuevos horizontes y las mayores chaladuras. Siempre dispuesto a bajar al barro informativo y apostando en contra de la corriente.

Hay un gran temor que rodea al gran rearme de Europa: que la potente inversión que fluirá desde Bruselas y las capitales de todo el continente se disperse por todo el planeta y en particular en EEUU, ante la incapacidad de una industria aún poco desarrollada para hacer frente al tsunami de pedidos. Esta preocupación está en las más altas esferas . De hecho la misma Ursula Von der Leyen, presidenta la Comisión Europea, ha dicho este martes que la práctica totalidad de los fondos deberán gastarse en firmas del Viejo Continente.

Friedrich Merz, futuro canciller de Alemania, ha planteado por primera vez que el país teutón acoja armas atómicas procedentes de Francia y Reino Unido. En paralelo, Emmanuel Macron, presidente de Francia, bosquejó en un discurso a la nación gala que París debería ampliar su paraguas nuclear al resto de la Unión Europea. La propuesta ha sido aplaudida por Polonia y las repúblicas bálticas, situados en primera línea frente a una hipotética agresión de Moscú.

El conflicto arancelario está dejando un reguero de víctimas insospechadas. El videojuego japonés ha sufrido esta semana una escabechina en la cotización debido al esperado incremento de los costes de la producción de consolas y máquinas arcades. Nintendo y Konami, históricos del gaming nipón, lideran las pérdidas de la bolsa japonesa, con desplomes del 9% y el 8%, respectivamente. Los inversores prevén que el aumento de los impuestos aduaneros provenientes de Washington desestabilice los flujos industriales. El resultado es que consolas como la nueva Nintendo Switch 2 serán más caras de lo que le gustaría al padre de Mario.

Si hay algo que caracteriza a las criptomonedas es su enorme volatilidad en comparación a otros activos como las acciones o los bonos del Tesoro. No obstante, algo está cambiando en el dinámico mundo cripto: la inestabilidad se está reduciendo conforme el mercado está madurando y ampliándose a nuevos actores. El bitcoin, por ejemplo, ha pasado de una volatilidad del 3,55% entre 2020 y 2022 a caer por debajo del 2,5% desde enero de 2023. Ni siquiera el torbellino Trump parece alejar a la criptodivisa de confluir con otros activos como el S&P 500, que en los últimos cinco años ha marcado una desviación media del 1,1%.

La Comisión Europea ha propuesto ya oficialmente extender los requisitos de reservas de gas natural de los Estados miembro . De este modo busca dar estabilidad al modelo energético europeo, impuesto en 2022, con la guerra de Ucrania. Sin embargo también ha recomendado aplicar ciertos mecanismos de flexibilización para evitar los problemas que está generando la necesidad de llenar las alforjas tras el duro invierno. Entre las propuestas está que los países prorroguen un mes, de noviembre a diciembre, el nivel de almacenaje mínimo del 90%, aunque la negociación sigue en marcha y podría haber más concesiones a los países incumplidores.

Donald Trump puede sonreír. BlackRock, la mayor gestora de fondos del planeta con sede estadounidense, y MSC, la mayor naviera del mundo, han decidido comprar a la hongkonesa CK Hutchison la gestión de 45 puertos en más de 20 países por un importe de 22.800 millones de dólares (21.300 millones de euros). La operación está dividida en dos adquisiciones, entre la que destaca la toma de control de los puertos de Cristóbal y Balboa, situados en la entrada atlántica y pacífica, respectivamente, al canal de Panamá.

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aprovechó su primer discurso frente al Congreso para sacar pecho de su política y remarcar su agenda. "América ha vuelto. Hace seis semanas, me detuve bajo la cúpula del Capitolio y proclamé el amanecer de la Edad de Oro de Estados Unidos", dijo frente a una bancada dividida entre el entusiasmo republicano y el desgarbo demócrata. En uno de los discursos más altilocuentes que se recuerdan desde los tiempos de Ronald Reagan, Trump desgranó los principales puntos de su programa: guerra cultural, inmigración, expansionismo, recortes públicos y un renovado nacionalismo.

La Comisión Europea acaba de anunciar un plan para movilizar 800.000 millones de euros en los próximos años en el mayor plan de rearme que ha vivido el continente europeo en generaciones. Pero ¿cuánto gasta actualmente? Si Europa fuese una sola nación, sería la segunda potencia militar del planeta por volumen de gasto anual, con un importe de entre 360.000 millones de euros y 420.000 millones (si se incluye Ucrania, enfrascada en la guerra). Solo Estados Unidos tiene un gasto mayor, de 855.000 millones de euros de presupuesto militar. Europa compite de tú a tú con el gasto militar de China, estimado en 285.000 millones de euros. De las 100 empresas militares más importantes del mundo, 27 son europeas. Solo una compañía española se encuentra en el top 100: Navantia.

"Seamos honestos, la Unión Europea se formó para joder a Estados Unidos. Ese es el propósito y lo han hecho bien, pero ahora soy presidente", dijo Donald Trump la semana pasada en la reunión del Gabinete de Estados Unidos. Sin embargo, el presidente norteamericano no sabe —o pretende ignorar— que fue la misma Estados Unidos quien sentó las bases para crear la Unión Europea. ¿El propósito? 'Joder' a los soviéticos en caso de guerra.

Es probablemente la mayor telenovela del Ejército de Tierra y un quebradero de cabeza para la ministra de Defensa, Margarita Robles: el vehículo de combate rodado 8x8 Dragon. El proyecto está llamado a modernizar el grueso de los automotores de infantería que posee el Ejército, pero los innumerables retrasos durante los últimos años han impacientado al Gobierno y han cargado con cada vez más presión a los contratistas militares detrás del proyecto. A pesar de los contratiempos, el objetivo sigue siendo el mismo: dotar a la infantería de una nueva familia de vehículos militares de fabricación española.