
El conflicto arancelario está dejando un reguero de víctimas insospechadas. El videojuego japonés ha sufrido esta semana una escabechina en la cotización debido al esperado incremento de los costes de la producción de consolas y máquinas arcades. Nintendo y Konami, históricos del gaming nipón, lideran las pérdidas de la bolsa japonesa, con desplomes del 9% y el 8%, respectivamente. Los inversores prevén que el aumento de los impuestos aduaneros provenientes de Washington desestabilice los flujos industriales. El resultado es que consolas como la nueva Nintendo Switch 2 serán más caras de lo que le gustaría al padre de Mario.
Bowser se sienta en la Casa Blanca
Nintendo es uno de los principales fabricantes de videoconsolas del mundo. La tensión comercial entre Estados Unidos y China deja a Japón en mitad de la refriega, que afecta especialmente a empresas manufactureras de bienes de consumo. El aumento de los costes debido a los impuestos aduaneros repercutirá en el precio de las próximas consolas en EEUU, principal mercado de videojuegos del globo, lo que puede provocar un efecto arrastre en otras regiones.
Nintendo, que pretende lanzar la Switch 2 este año, se encuentra muy expuesta a esta incertidumbre comercial. Bajo los nuevos gravámenes de Donald Trump, las consolas de juegos "podrían tener precios de venta más altos en Estados Unidos debido a los costes de importación más fuertes, ya que la mayoría se fabrican en China o dependen de proveedores del país para las piezas", escribió Nathan Naidu, analista de Bloomberg, en una nota. Trump elevó los aranceles sobre las importaciones chinas del 10% al 20% el 4 de marzo y las acciones de Nintendo cerraron en los 10.355 yenes tras una semana convulsa en los mercados.
La situación también es complicada para otra histórica de los juegos, tanto físicos como digitales: Konami. La firma originaria de Osaka produce gran parte de sus productos en el continente, por lo que la guerra arancelaria impactará directamente en el precio de sus bienes: desde las cartas de Yu-Gi-Oh! hasta las máquinas arcade sello de la casa.
Los decibelios se incrementan en la electrónica nipona
El impacto no solo afecta al sector de los videojuegos. Sony y Canon, gigantes de los bienes de consumo electrónicos, se tiñeron de rojo con caídas del 4%. En el caso del padre de la PlayStation, además de su consola, la guerra comercial expone a la firma a un incremento de los precios en otros productos, como las cámaras de vídeo, los auriculares o los periféricos.
Canon, histórica de la fotografía y la impresión digital, se ve expuesta a un aumento de los costes en un momento en el que está tratando de ampliar nuevos mercados tras la caída histórica de las ventas de las cámaras de fotografía.