Economía

"América ha vuelto": las claves del discurso de Donald Trump ante el Congreso de Estados Unidos

Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aprovechó su primer discurso frente al Congreso para sacar pecho de su política y remarcar su agenda. "América ha vuelto. Hace seis semanas, me detuve bajo la cúpula del Capitolio y proclamé el amanecer de la Edad de Oro de Estados Unidos", dijo frente a una bancada dividida entre el entusiasmo republicano y el desgarbo demócrata. En uno de los discursos más altilocuentes que se recuerdan desde los tiempos de Ronald Reagan, Trump desgranó los principales puntos de su programa: guerra cultural, inmigración, expansionismo, recortes públicos y un renovado nacionalismo.

Estados Unidos es uno de los países democráticos que más pompa y solemnidad suele atribuir a sus actos. "Hemos logrado más en 43 días que lo que la mayoría de administraciones consigue en cuatro u ocho años; y solo estamos empezando". Mes y medio después de asumir el cargo, Donald Trump se dirigió a las dos cámaras del Congreso en un discurso similar al debate del estado de la Unión.

A diferencia de Estados como España, donde el Gobierno rinde cuentas recurrentemente ante el Parlamento, en EEUU el presidente no suele hacer acto de presencia en el Congreso, salvo en casos excepcionales. Estas ocasiones son aprovechadas para cargar con todo el argumentario del que es capaz el jefe del Estado norteamericano. Estas son las principales claves que ha dejado Trump.

Frente cultural conservador

Donald Trump dedicó buena parte de su discurso (de casi dos horas) a desgranar su lucha contra las políticas de inclusión, medioambiente y diversidad del Gobierno federal, así como el veto de las mujeres trans en competiciones deportivas femeninas. El conjunto de estas políticas, denominadas iniciativas DEI en inglés, ha tenido una consecuencia directa en el entorno corporativo estadounidense, con grandes firmas anulando rápidamente sus políticas medioambientales o sociales.

El argumento central, además del ideológico, era económico: Trump ha anulado cualquier política federal que implicara estudios o inversiones en estas áreas, lo cual genera dudas sobre su potencialidad ahorrativo. Medios estadounidenses han destacado que los presupuestos a iniciativas de este tipo eran mínimos, más de carácter propagandístico que ejecutivo.

Musk y los recortes federales

El "hermano" del presidente estadounidense como llegó a decir Sean Hannity tuvo una presencia destacada en el palco presidencial mientras escuchaba los elogios de Trump. "Lo estás haciendo muy bien", dijo el republicano. Elon Musk y sus chicos del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), un órgano con un estatus jurídico controvertido, están realizando una campaña de recortes por toda la Administración federal.

Sus pasos se están enfrentando a innumerables litigios en los tribunales federales, con sentencias a favor y en contra de la actividad de DOGE. Entre las medidas más polémicas, se encuentran los programas de despidos y el cierre de USAID, la agencia de cooperación internacional de Estados Unidos.

Trump prometió más mano dura y pidió al Congreso aplicar su programa de bajadas de impuestos y desregulación. Su objetivo parece ser utilizar los aranceles como contramedida de ingresos para impulsar las cuentas federales. Las cifras de supuestos recortes alcanzadas por Musk son cada vez más discutibles.

Más dinero para deportaciones

Trump solicitó al Congreso aumentar los fondos federales para terminar "la mayor operación de deportación en la historia de Estados Unidos". Si en el primer mandato prometió un muro frente a México, en el segundo su apuesta ha sido un programa de salidas forzosas y redadas por todo el país para expulsar a inmigrantes ilegales.

Su propuesta, de momento, se está enfrentando a grandes desafíos: las salidas mensuales son inferiores a las de su antecesor, Joe Biden; una marcha masiva de inmigrantes reducirá la mano de obra y el consumo, lo que impactará tanto en la inflación como en el crecimiento económico; y diversos sectores están encontrando cada vez más dificultades para adquirir encargos con unas fronteras cada vez más militarizadas.

En la línea de un renovado nacionalismo y un discurso antiinmigración, Trump destacó la aprobación del inglés como lengua oficial de Estados Unidos y el renombre del golfo de México como golfo de América.

Expansionismo, paz en Ucrania y aranceles

En política exterior, Trump tuvo palabras para los tres principales puntos de su programa: el renovado imperialismo, los aranceles y las relaciones con Ucrania. El presidente norteamericano volvió a la carga con sus pretensiones sobre Groenlandia y Panamá. "Necesitamos Groenlandia. Creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir". Trump no ha especificado de qué forma lo van a conseguir, pero invitó a los groenlandeses a unirse a Estados Unidos.

En cuanto ganó las elecciones, el neoyorquino recuperó una idea de su primer mandato: adquirir Groenlandia, preferentemente con una compra a Dinamarca. Esa idea rápidamente evolucionó y propuso tomar la isla y que Canadá se adhiriera a Estados Unidos en una suerte de Gran Norteamérica. En cuanto a Panamá, el presidente declaró su objetivo de "recuperar" el control del Canal, cedido a finales del siglo XX al país centroamericano.

Trump defendió su política arancelaria el mismo día que entraban en vigor los impuestos aduaneros a Canadá y México del 25% e incrementaba los de China otro 10%. Los tres países han anunciado represalias en una guerra comercial que atravesará todo el Pacífico y afectará seriamente a la economía norteamericana. "Los aranceles tiene como objetivo hacer que Estados Unidos vuelva a ser rico y grande".

Sobre Ucrania, Trump anunció que Volodímir Zelenski, presidente del país europeo, envió una carta para firmar el acuerdo sobre minerales y buscar un tratado de paz con Rusia. El mensaje, pronunciado al final de su discurso, recalcó los mismos puntos que Zelenski publicó horas antes: una tregua parcial con Rusia para abrir negociaciones de paz.

Bronca en la Cámara

La polarización política en Estados Unidos marcó todo el discurso, con mensajes en uno y otro sentido. Mientras lo republicanos proclamaban "U-S-A" a cada mensaje del presidente, los demócratas protestaban con pancartas y acusaciones de "mentira" o "fraude". En paralelo, Trump cargaba contra la Administración de su predecesor, el demócracta Biden, que acusó de dejar una "catástrofe económica".

El momento más tenso llegó cuando Al Green, un representante de 78 años, interrumpió el discurso gritando: "No tienes ningún mandato". El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, ordenó su expulsión mientras la bancada conservadora estallaba en aplausos por su marcha.

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