Industria

El rearme europeo no se quedará en Europa: la industria bélica de EEUU espera una lluvia de millones desde Bruselas

  • Las firmas de EEUU sumarán 11.300 millones en 2025 con el mayor gasto
  • Von der Leyen asegura que irá en su práctica totalidad para empresas europeas
  • La dispersión del gasto hacia empresas de EEUU reducirá su impacto en el PIB

Hay un gran temor que rodea al gran rearme de Europa: que la potente inversión que fluirá desde Bruselas y las capitales de todo el continente se disperse por todo el planeta y en particular en EEUU, ante la incapacidad de una industria aún poco desarrollada para hacer frente al tsunami de pedidos. Esta preocupación está en las más altas esferas . De hecho la misma Ursula Von der Leyen, presidenta la Comisión Europea, ha dicho este martes que la práctica totalidad de los fondos deberán gastarse en firmas del Viejo Continente.

Sin embargo, los analistas y expertos advierten de que esto es, tal vez, demasiado optimista. De hecho, señalan que los titanes de la guerra norteamericanos vivirán un auténtico boom de ingresos gracias a los pedidos europeos, por lo tanto, se perfilan como algunos de los grandes ganadores de esta nueva era. Los expertos llevan ya tiempo diciendo que, de darse este escenario, el retorno económico para Europa de estos agresivos planes de gasto será mucho más limitado, provocando que fuera de la geopolítica y los intereses de Defensa, buena parte de estos 'estímulos bélicos' caigan en saco roto.

Ursula von der Leyen anunció un plan para movilizar hasta 800.000 millones de euros en los próximos años para "rearmar Europa". Este plan contempla un crédito europeo de 150.000 millones de euros, mientras que el resto provendrá del aumento de los presupuestos nacionales. La germana ha indicado en su discurso al Parlamento Europeo sobre ese dinero que "estos préstamos deberían financiar compras a productores europeos, para ayudar a impulsar nuestra propia industria de defensa". Además, en línea con el incremento del gasto, las reglas fiscales se flexibilizarán para permitir a los Estados miembro cumplir con el gasto extra.

El anuncio de la Comisión Europea no es el único proveniente del continente. La mayoría de los países han proclamado incrementos del gasto militar. Alemania quiere reformar el freno de la deuda constitucional para dar vía libre a las inversiones militares, Polonia ha anunciado su intención de blindar el gasto militar constitucionalmente en el 4% del PIB e incluso países más rezagados como España han comunicado su intención de aumentar el gasto hasta el 2% antes de 2029. Reino Unido, principal aliado europeo, incrementará hasta el 2,5% su gasto militar en los próximos años desviando fondos de otras partidas, como la ayuda internacional.

Directo a las arcas estadounidenses

Ese dinero extra será clave para las industrias norteamericanas, que ya tenían una firme posición en el continente. Por ejemplo, General Dynamics es dueña de Santa Bárbara, una de las firmas de los nuevos vehículos de infantería Dragon del Ejército de Tierra. La compañía estadounidense tiene su sede europea en Madrid y presencia en cinco países del continente.

Barclays prevé que el incremento del gasto militar europeo probablemente se centre en las adquisiciones de munición, misiles y vehículos terrestres debido a las restricciones productivas que tiene la industria europea. La propia Unión Europea es consciente de la fuerte dependencia que tienen las inversiones directas de las compras, representado cuatro de cada cinco euros gastados, mientras el resto se emplea en I+D.

La firma británica pronostica que las empresas militares estadounidenses serán las grandes beneficiadas de un aumento del presupuesto militar europeo, tanto de la propia UE como de los Estados miembro. En promedio, el 7% de los ingresos de las contratistas estadounidenses provienen de Europa, con Lockheed Martin con la mayor exposición al mercado continental con un 11% de sus ingresos.

Concretando más serán cinco las empresas que más se beneficiarán del rearme. Estas, al margen de la ya mencionada, son L3Harris, RTX, Northrop Grumman y General Dynamics. En ese sentido el estudio realizado por Barclays concluye que solo el año 2025 las cinco compañías sumarán cerca 11.300 millones de dólares extra gracias al incremento del gasto militar de la región. La más beneficiada será Lockheed Martin, sumando más de 4.700 millones de golpe; mientras la que menos será L3Harris, solo añadiendo 897 millones.

Esto será un revulsivo definitivo para los beneficios empresariales de estas empresas con incrementos en sus ganancias por acción del 9,1% solo por el impulso europeo en el caso de Lockheed Martin. El que menos añadirá a sus beneficios será General Dynamics, con un 3,6% extra de avance. Sin embargo el resto vivirá subidas de entre el 4,1% y el 5,3%, un verdadero revulsivo que será totalmente determinante para sus cuentas en los próximos trimestres.

Estas cifras se basan en las estimaciones de que el gasto militar aumente un 60% en los próximos años. Esta es la opción más probables con los planes de gasto de la propia UE y los países de la región. En cualquier caso este no es el único caos, han medido todas las opciones desde el 50% de aumento del gasto militar del continente hasta el 70%. En este último caso los ingresos podrían dispararse hasta un 10% para aquellas más expuestas.

Este optimismo, de momento, no se ha trasladado a la bolsa, donde el enfoque de los inversores es apostar al máximo por las empresas europeas, cuyo límite es su propia capacidad. Esto ha derivado en que Lockheed Martin apenas se revalorice un 5,42% en los últimos 30 días, algo parecido a General Dynamics, que sube un 4,37%, frente a L3Harris, que avanza un 4,51% o Northrop Grumman, que avanza un 3,89%. En ese mismo periodo la alemana Rheinmetall sube un 59%.

Por su parte, desde Fitch señalan que estas empresas tienen grandes vientos de cola. Para empezar en el mismo EEUU "esperamos un mayor gasto en defensa de la propia EEUU que beneficie a los principales contratistas. Estos mayores ingresos vienen del aumento de las tensiones geopolíticas y el apoyo bipartidista". El gasto militar es de las pocas cosas en las que se ponen de acuerdo demócratas y republicanos. Sin embargo, la agencia señala que la clave estará en el gasto internacional.

"Aunque es menos estable que los ingresos locales, será un factor muy favorable". En el caso concreto de Lockheed comenta que "creemos que podría aumentar sus ingresos de forma clara si logra incrementar los envíos de F35 al resto del mundo y el interés por negocio antimisiles se expande". En cualquier caso, antes del rearme de Europa esperaban un crecimiento de ingresos de un solo dígito, una lógica que se ha roto por completo con las posibilidades que ofrecen los ejércitos de Francia, Alemania, España o Italia.

¿Qué compra Europa a EEUU?

La realidad es que las licencias con las que cuentan estas compañías las hacen imprescindibles a corto plazo para un rearme europeo. Desde cazas hasta misiles, pasando por artillería y vehículos terrestres. El portfolio de estas firmas se vuelve fundamental para entender las fuerzas de defensa europeas, al menos en el corto y medio plazo. La mayoría de estos envíos tienen incluso una tradición histórica, siendo algunos de los socios más fiables y viejos conocidos de las huestes de todo el continente.

El grueso de las compras europeas a empresas estadounidenses se centran en aeronaves, misiles y sistemas de inteligencia. El 11% de los ingresos en 2024 de Lockheed Martin, mayor contratista del planeta, procedieron de Europa. La firma está detrás de la fabricación del F-35 Lightning II (junto con Northrop Grumman y BAE Systems), principal caza de combate de las fuerzas aéreas de la OTAN y superior a los modelos europeos de cuarta generación como el Dassault o el Eurofighter Typhoon.

En cuanto al suministro de armas aéreas, Northrop Grumman suministra los nuevos misiles supersónicos AARGM a las fuerzas aéreas italianas y alemanas. En el plano de la OTAN, destacan sus aviones de vigilancia aérea Triton, adaptados de los Global Hawk estadounidenses.

Misil AARGM de Northrop Grumman disparado por un F-18 Super Hornet / Northrop Grumman.

En mar y tierra, destaca la presencia tanto de RTX como de General Dynamics. Los primeros, con una huella histórica en Reino Unido (fueron desarrolladores del radar), suministran misiles tierra-tierra y tierra-aire como los Javelin, la munición de artillería Excalibur y los misiles de crucero Tomahawk, utilizados por la armada británicas y estadounidense, así como la artillería terrestre.

Misil Tomahawk disparado desde un destructor estadounidense / RTX.

General Dynamics destaca por el suministro de vehículos de combate terrestre y apoyo a la infantería, destacando los Piranha, cuya base está siendo utilizada para desarrollar el Dragón español. Actualmente, los Pirnaha son el vehículo más común de las fuerzas terrestres europeas, utilizadas como transporte de tropas blindado y vehículo de combate avanzado.

VCR 8X8 Dragon de Tess Defence basado en el Piranha de General Dynamics / Tess Defence.

El 'estímulo' de la guerra se diluye

En cualquier caso, la presencia de estos titanes bélicos diluye el efecto que podría tener la inversión militar en el rebote económico del continente. Si bien desde el Instituto de Kiel comentan que esperan que ese 80% de compras en defensa será un problema en este sentido, se muestran optismistas y dicen que "podría generar una cantidad similar de actividad económica adicional si se gasta adecuadamente".

No coinciden desde Goldman Sachs en su informe publicado la semana pasada. En el mismo realiza un cálculo en el que explica que "un gasto de 80.000 millones extra al año de euros hasta 2027 (su estimación de gasto en defensa anual) llevaría a un crecimiento del 0,5% del PIB". Sin embargo comentan que debido a la posibilidad de que el gasto se vaya a industrias extranjeras "de cada 100 euros gastados en defensa, solo se sumarían al PIB de Europa unos 50 euros".

"El gasto en defensa no suele ser un factor sistémico que favorezca el potencial de crecimiento"

Coinciden desde S&P Global, que comentan que el multiplicador "sigue siendo muy modesto, de solo 0,4-0,5 en los países más importantes". Además, "con una fuerza laboral de solo el 0,3% del total" ve problemas para una industria que aún tiene "ineficiencias y debilidades estructurales" que hace que este gasto "solo pueda ser aprovechado realmente por unos cuantos ganadores nacionales". Desde ING lo tienen claro, "aunque los líderes europeos están tomando conciencia de la necesidad de generar su propia cadena de suministro, la realidad es que es algo que requerirá años y, por lo tanto, cualquier aumento en el corto plazo se irá en gran medida fuera de las fronteras de la región".

Por su parte el think tank en honor del expresidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, explica que este gasto puede tornarse pronto en un problema para la sostenibilidad fiscal de una región donde algunos países como Francia e Italia tienen un importante déficit del 6% y del 3,5% respectivamente. "El gasto en defensa no suele ser un factor sistémico que favorezca el potencial de crecimiento" comenta la institución. Por su parte, si bien creen que es posible "aumentar masivamente el gasto en defensa sin riesgo de otra crisis del euro", explican que "algunos países no pueden afrontar esto". En ese sentido creen que la única manera de hacer esto sin comprometer la sostenibilidad fiscal es a través de un "cambio en las reglas fiscales y con nuevos mecanismos de financiación".

Una agencia de calificación como es Scope ya ha hablado del tema. La firma ha dicho que las medidas que ya están sobre la mesa "debilitarán de forma clara los indicadores fiscales, con la carga presupuestaria adicional elevando significativamente el obstáculo para la consolidación de varios a países". Entre estos pone como ejemplos claros a Francia, Bélgica y Italia.

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