Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Una megainversión de Defensa que salve a la UE del estancamiento? Casi todo el gasto puede irse fuera de Europa

  • El 80% del gasto va para importaciones y solo emplea el 0,3% de la fuerza laboral
  • Algunos creen que puede impulsar el PIB un 1,5%...
  • ...pero una industria "fragmentada" puede condenar incluso a un impacto negativo

Crece cierto optimismo de que el débil crecimiento de la UE pueda acabar gracias al poder económico de la guerra. Trump está presionando a los países de la OTAN a que eleven su gasto militar por encima del objetivo de la alianza (hasta el 5% del PIB). Mientras esto ocurre, la guerra de Ucrania y las conversaciones de paz, que pueden favorecer a Putin, están llevando a la región a rearmarse más que nunca ante la amenaza que viene del este. La misma Comisión Europea ha afirmado que está estudiando un mecanismo de deuda común y congelar las reglas fiscales para favorecer este proceso. De la mano del mismo ya hay quien piensa que el PIB de la región puede verse favorecido por un gran gasto hacia la industria militar con más pedidos, puestos de trabajo y actividad. Sin embargo, crece el temor de que todo este tsunami de inversión genere un impulso muy limitado.

Si bien el Instituto de Kiel y el London School of Economics reconocen en un reciente informe que la UE necesitaría aumentar en 300.000 millones de euros al año el gasto en defensa y que eso, potencialmente, puede sumar entre un 0,9% y 1,5% al PIB de la región. Ethan Ilzetzki, uno de los autores del estudio reconoce que este cálculo es el escenario ideal y que, de hecho, hay grandes problemas que pueden hacer que incluso se dé un impacto negativo. "Si se financia con impuestos más altos o los gobiernos no encuentran una fórmula de endeudamiento correcta, el crecimiento del PIB será menor o incluso habrá una contracción".

Sin embargo, también señala el principal problema, más allá de la financiación: Europa no es EEUU e invertir masivamente en armas puede implicar fácilmente que ese dinero repercuta en otras regiones y no tenga un impacto real en la UE. "En la actualidad el 80% de las compras en defensa vienen de proveedores de fuera de la UE y el impacto en el PIB solo se daría si ocurre gracias a inversiones en los propios países en lugar de compras a Estados Unidos".

Desde S&P Global van más allá y dicen que es muy complicado que un pequeño sector europeo sea capaz de absorber toda esa demanda pública y que, por lo tanto, el impulso en el PIB estaría condenado a diluirse. "El multiplicador sigue siendo muy modesto, por debajo de 0,4-0,5 en los países más grandes. Esto se debe a que Europa empleó un gasto intensivo en exportaciones y solo un tercio se dedica a inversiones". Por lo tanto, "la fragmentada industria de la región, sólo emplea a un 0,3% de la fuerza laboral europea y la estructura de la misma favorece solo a unos pocos campeones nacionales". Solo 19 de las 100 empresas más grandes del mundo son europeas (frente a 45 de EEUU)". En definitiva este factor es clave dado que al tener la región "ineficiencias y debilidades estructurales que no las hacen competitivas" es más difícil que el enorme gasto repercuta en el PIB de la región.

Desde el World Economic Forum comenta que "las economías europeas no están diseñadas para gastar grandes sumas en el ejército, sino que se han diseñado progresivamente para ofrecer beneficios sociales que fomenten la estabilidad". Desde ING ponen especial atención en el hecho de que el 80% del gasto venga de fuerza de las fronteras europeas. "Aunque los líderes europeos están tomando conciencia de la necesidad de generar su propia cadena de suministro, la realidad es que es algo que requerirá años y, por lo tanto, cualquier aumento en el corto plazo del gas se irá en gran medida fuera de las fronteras de la región". En resumen, "ese gasto adicional probablemente no le dará a la economía europea el impulso que tanto necesita si el gasto adicional en defensa significa austeridad en otras áreas, en realidad podríamos ver lo opuesto".

El banco neerlandés explica que esa mega emisión de deuda con la que pagar las armas puede ser un verdadero quebradero de cabeza para el BCE. "La emisión de bonos parece condenada a aumentar y crece la preocupación de que los problemas de deuda soberana vuelvan a la superficie, con un aumento de los diferenciales entre los países europeos".

"Hay un estado peligroso de las finanzas de muchos gobiernos con una creciente carga fiscal de una población indefinida"

Coinciden desde Capital Economics que comentan que "lo más probable es que el impulso económico sea muy pequeño" y que realmente el rumbo de la deuda que puede incrementar el gasto militar puede ser incluso más decisivo para la región. "Hay un estado peligroso de las finanzas de muchos gobiernos con una creciente carga fiscal de una población indefinida". En ese sentido, solo hay dos vías para financiar este gasto "unos recortes más sustanciales que serían más complicados", algo que "desatará problemas en el mercado de deuda". A esto se suma una mayor deuda cuyo daño "puede verse muy reducido por una deuda conjunta".

Actualmente el déficit es un problema en general, pues según el último informe de la Comisión Europea, "el déficit se sitúa gradualmente del 3,0% del PIB en 2024 para ir reduciendo hasta el 2,8% en 2026". Esto sitúa a la región al borde del incumplimiento (3%) pero en países clave como Francia la situación es crítica, con un déficit disparado sobre el 6,1%. Desde ISTAT ven el déficit de otro país clave como Italia en el 3,6%, España está en el 3,2% y Polonia en el 9,1%.

"Los países de la UE altamente endeudados, como Francia, Bélgica o Italia, todos con pasivos superiores al 100% del PIB, tienen difíciles trayectorias con déficits persistentemente elevados", comentan desde Fitch. Estos problemas llevaron a que el pasado verano la Comisión Europea abriese procedimientos formales contra varios estados miembros por sus elevados déficit. Estos incluían a Bélgica, Francia, Italia, Hungría, Malta, Polonia y Eslovaquia.

El dinero de Bruselas... para Detroit

Sin embargo el problema de los déficits se puede agravar con el gasto militar y se suma al ya mencionado hecho de que buena parte de esa inversión favorecerá a las fábricas y puestos de trabajo en Detroit y no a Madrid, Bruselas, París o Berlín. "La industria europea no tiene capacidad suficiente para aceptar el compromiso que supone esta inversión" comentan desde Capital Economics. En consecuencia, "creemos que incluso en un escenario optimista, un mayor gasto en defensa podría añadir sólo un 0,1% o un 0,2% al PIB de la eurozona en los próximos años".

Este problema puede verse exacerbado por la guerra comercial dado que cada vez más analistas ven posible que este gran gasto en defensa se convierta en una moneda de cambio por parte de Bruselas para incrementar pedidos de EEUU y evitar una escalada transatlántica. Esto es lo que sucedió en 2018 con los pedidos de gas, que se dispararon en el marco de una 'tregua' arancelaria. Desde Gavekal Economics remarcan que "los líderes de la UE buscarán armamento estadounidense para desactivar una guerra con Trump". Si bien Francia ha señalado que debe gastarse todo (o casi todo) en Europa "París parece estar aislado y el resto de países están dispuestos a comprar más a Washington".

"El gasto militar no reduce claramente el desempleo y puede tener un impacto incluso negativo"

En ese sentido concluyen que si bien las principales empresas europeas como "Rheinmettall, que se dispara ya un 50% este año en bolsa, serán las grandes beneficiadas del incremento en gasto militar, la realidad es que las de EEUU están ahí. "Puede que no pase mucho tiempo antes de que los fabricantes europeos tengan que competir por el presupuesto del Viejo Continente con recién llegados de Silicon Valley".

Desde MunichRe explican, en referencia al aumento de gasto que ya se ha producido en Alemania los últimos años, que supone una pérdida de oportunidades respecto a lo que supone invertir en otros sectores. "La inversión en Alemania se han generado cerca de 86.300 puestos de trabajo en la década con la inversión extra en defensa", si esto se hubiera empleado en, por ejemplo, Medio Ambiente, la firma cree que el país germano habría generado 140.000 empleos. En ese sentido concluyen que en el caso de la UE y su estructura actual "el gasto militar no reduce claramente el desempleo y puede tener un impacto incluso negativo en el crecimiento dado que desvía fondos que otros frentes, algo que es perjudicial para el PIB".

El rearme de Europa

Aún no se conocen exactamente las cifras pero la Comisión Europea habla de una inversión conjunta de 500.000 millones de euros para la próxima década. Para lograrlo estaría explorando una emisión de deuda conjunta y la suspensión de reglas fiscales. Sin embargo esto es un tema muy candente en el que los países no se ponen de acuerdo. Países Bajos y Alemania, por ejemplo, han llegado a descartar de lleno la opción de una deuda comunitaria algo que España y Bélgica han apoyado con fervor.

El ministro francés de asuntos europeos, Bejamin Haddad, ha reconocido que en los próximos días se van a plantear "la emisión de deuda conjunta", dada la importancia de este momento para la eurozona. "Hay que pensar en cómo vamos a permitirnos dar un paso adelante en nuestra seguridad", ha señalado Haddad. El propio ministro ha señalado que existe otra opción, y es la de hacer uso del fondo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE). Esta opción también está sobre la mesa, el fondo creado en 2011 para salvar al euro y que, en este caso, serviría para reactivar al ejército con una potencial inyección de 700.000 millones de euros. Desde S&P Global calcula que Europa debería afrontar un gasto extra anual de entre 230.000 millones y 800.000 millones. Es decir, hasta 8 billones de gasto para la próxima década.

Respecto a un menor cumplimiento de la senda de déficit, en una conferencia en Munich la misma Ursula von der Leyen, presidenta de la CE, comentaba la opción de "una cláusula de escape" que permita incluir en ella el gasto en defensa adicional. Es decir, que esas megainversiones salgan por completo del cálculo del 3% de déficit sobre PIB y el 60% para la deuda que impone su institución. Sea cual sea la solución, todas tienen consecuencias para una economía Europea que tendrá que afrontar un gran gasto en armamento y defensa asumiendo una clara realidad: no habrá un retorno económico equivalente y tendrá que pagar un alto precio por su seguridad.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky