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Europa se plantea un rescate al ejército europeo con la herramienta que "salvó al euro" en 2012

  • Los líderes debaten emisiones de eurobonos y el uso del fondo de rescate MEDE
  • Europa necesitará entre 230.000 y 810.000 millones al año para poder defenderse, según S&P
  • El fondo de rescate puede inyectar 700.000 millones con la configuración actual
Europa busca fondos para poder defenderse a sí misma. Foto: Dreamstime
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No cabe duda de que la Unión Europea se acaba de topar con uno de los momentos más importantes de su historia. La necesidad de alcanzar una independencia defensiva y de no requerir a su socio estadounidense en esta labor ha quedado patente, en un momento en el que la administración Trump ha dejado claro que Europa debe defenderse por sí misma, porque EEUU no estará ahí siempre para hacerlo. Ahora, la vieja Europa tiene un problema que resolver: ¿Cómo se va a pagar el enorme gasto necesario para poder alcanzar el objetivo de una defensa común? Los grandes líderes de la eurozona lo están debatiendo en París esta semana, y aunque la emisión de eurobonos parece la opción que valoran como más probable, hay otros mecanismos posibles que pueden contribuir. Y hay uno especialmente llamativo que ya se ha puesto sobre la mesa: utilizar el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo que se creó en 2011, que salvó al euro en aquel momento de crisis de deuda, y que, en teoría, puede inyectar hasta 700.000 millones de euros.

Aumentar el gasto militar para alcanzar las exigencias de Estados Unidos no va a ser barato. La administración Trump (y también Mario Draghi) pide alcanzar el 5% del PIB en gasto en defensa, 3 puntos más que el acuerdo que había hasta ahora, y desde S&P Global calculan un incremento del gasto anual conjunto de entre 230.000 millones y 800.000 millones de euros; los analistas de Bloomberg Economics, por su parte, calculan un gasto necesario de unos 3,1 billones de euros en los próximos 10 años, es decir, unos 310.000 millones cada año durante una década. Sea como sea, los gobiernos van a necesitar una solución para conseguir el dinero suficiente para poder defender Ucrania, y también sus propias fronteras, en los próximos años.

La propuesta que parece estar mejor posicionada para convertirse en una realidad es la de utilizar nuevas emisiones de eurobonos, es decir, repetir la fórmula que se utilizó en el pasado en los momentos de mayor emergencia. La emisión de eurobonos supone endeudar más la economía europea, que ya de por sí está muy endeudada en este momento, algo que ha quedado patente en los últimos meses con la crisis económica y política que está sufriendo Francia.

En la pandemia, se creó el fondo NextGenerationEU, un organismo con el que se han inyectado la mayor cantidad de estímulos en la historia de la zona euro, y se hizo a través de la emisión de los primeros eurobonos de la historia. Fue un paso adelante clave para el futuro de la Unión; Jim McCormick, asesor de la mesa global de inversión en tipos de interés de Citi, explicaba en una entrevista con elEconomista.es cómo, a su juicio, fue el detonante que ha eliminado la posibilidad de que haya una ruptura de la Unión Europea en el futuro: "El riesgo de ruptura de la zona euro se redujo a un 0 virtual en el momento en el que la Unión cruzó el Rubicón y votó el Plan de Recuperación". Ahora esta fórmula de emisión conjunta de bonos vuelve a estar encima de la mesa, en un momento de gran tensión para el bloque.

El ministro francés de asuntos europeos, Bejamin Haddad, ha reconocido que en los próximos días se van a plantear "la emisión de deuda conjunta", en un momento "existencial" para la eurozona. "Hay que pensar en cómo vamos a financiar dar un paso adelante en nuestra seguridad", ha señalado Haddad. El propio ministro ha señalado que existe otra opción, y es la de hacer uso del fondo de rescate, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE).

La opción de una nueva ronda de emisiones de deuda conjunta en la zona euro se ha dejado sentir este lunes en los mercados de renta fija, con ventas generalizadas de bonos europeos por parte de los inversores, que han aumentado casi 6 puntos básicos la rentabilidad a vencimiento del bono alemán, hasta el 2,48%.

El MEDE, un organismo para salvar al euro… y a la eurozona

Si el MEDE se diseñó en 2011 como un fondo permanente de rescate europeo, para "ayudar a los países de la eurozona que estén sufriendo un estrés financiero severo", ahora todo apunta a que el organismo se puede reconducir para que sirva para "rescatar" al ejército europeo como una de las herramientas principales de financiación.

El fondo de rescate fue, en la crisis de deuda que sufrió la zona euro en los años 2011 y 2012, el as en la manga que tuvo Mario Draghi para apoyar su famosa frase: "Haremos todo lo que sea necesario para salvar al euro, y créanme, será suficiente". Si entonces el MEDE fue una gran ayuda para estabilizar los ánimos de los mercados, ahora resurge como una muleta con la que complementar las emisiones de deuda que tendrá que llevar a cabo la zona euro para pagar la cuenta de un ejército más grande y mejor preparado para el futuro.

La realidad es que, por sí solo, el MEDE no tiene capacidad suficiente para acometer todo el aumento necesario en gasto en defensa. A día de hoy, según explica la Comisión Europea, tiene un presupuesto que le permite prestar hasta 700.000 millones de euros, algo que podría cambiar si Bruselas lo considera necesario. El MEDE se financia por sí mismo, y acude a los mercados financieros a por capital, a través de ventas de deuda, ya que sólo cuenta con 80.000 millones de euros de capital propio, que se utiliza como garantía para la deuda que emite en el mercado.

La deuda que emite MEDE cuenta con una "fuerte calificación de crédito", según explica el propio organismo, que cuenta con un rating de AAA para la agencia de calificación Scope, quienes consideran que "está respaldado por una sólida base de capital, unos colchones de liquidez muy elevados, excelente acceso al mercado de capitales y unos accionista clave que tienen una alta calificación", como son, en este caso, Alemania, Italia, Francia y España, cuatro accionistas que "representan el 76% del capital suscrito", explica Scope.

¿Tendrá el BCE un papel en todo esto?

Desde S&P Global consideran que el aumento del gasto militar va a "presionar la solvencia" de los emisores soberanos, y esto puede tener un impacto en los mercados financieros, que podrían tensionar las rentabilidades de los bonos europeos. Sin embargo, tampoco se puede descartar que el Banco Central Europeo (BCE) tenga un papel en todo esto: como ya se vio durante la pandemia de Covid, para no cargar al mercado con toda la nueva oferta de deuda, el BCE acudió a comprar una gran parte de los bonos emitidos.

Ahora, el BCE lleva casi 3 años haciendo hueco en su balance para poder tener margen de maniobra, en caso de que en el futuro se vuelva a necesitar su presencia, y se requiera que compre nuevas emisiones de deuda europea. Desde junio de 2022 el balance del BCE se ha reducido en 2,5 billones de euros, desde los 8,8 billones hasta los 6,3 billones actuales, un descenso de casi el 28%. Suponiendo que se necesite en un futuro que el BCE se convierta en un comprador de emergencia de los bonos europeos, por lo menos, usando como referencia las cifras históricas, parece que tendría hueco para absorber estos 2,5 billones de euros, una cantidad nada desdeñable (la estimación de Bloomberg Economics del gasto total necesario en defensa es de 3,1 billones).

Eso sí, en ese caso, no se puede descartar que las presiones inflacionistas vuelvan a hacer aparición, y más teniendo en cuenta que, como explica S&P Global, el multiplicador fiscal del gasto en defensa de la UE "sigue siendo modesto", ya que la mayor parte de ese gasto se dedica a comprar armas a países extranjeros, como Estados Unidos, y no acaba potenciando el crecimiento económico de la zona euro.

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