Excoordinador general de IU
Julio Anguita

Yo no se si los señores Casado, Sánchez, Iglesias y Rivera pudieron, o intentaron al menos, sugerir que en el temario sobre el cual se realizó el llamado debate en TVE 1 y TV3, se incluyesen algunos asuntos específicos que no estuviesen contemplados en dicho temario inicial. La ausencia de cuestiones de política internacional general o sobre la UE fue algo más que clamorosa. Pareciera como si el futuro Gobierno que salga de estas elecciones pensara instalarse en la autarquía o en el aislamiento más extremo. Tal vez piensen que ambos asuntos son pies forzados sobre lo que es totalmente inútil pronunciarse. Se acata lo que hay y punto. Y si eso es así, ¿qué credibilidad van a tener los discursos en la campaña para el Parlamento Europeo?

Julio Anguita

La polarización política entre un bloque de derechas y otro de izquierdas con apoyatura nacionalista, que parece reflejar la campaña electoral, debe ser doblemente matizada en función de la memoria y de la realidad socioeconómica que el bipartito gobernante ha representado durante décadas.

Julio Anguita

Una de las técnicas más elementales y primitivas del ilusionismo consistía en que el mago atraía la atención de los ojos del público con los movimientos y maniobras de una de sus manos, mientras que con la otra y disimuladamente, montaba el truco o el escamoteo. El discurso electoral del tripartito es uno de los ejemplos más acabados de esta técnica de los prestidigitadores noveles. Una exuberancia paroxística de palabras altisonantes, que buscan incentivar las atávicas filias y fobias de la audiencia. Y todo ello al servicio de un relato basado en una tríada de trágica clásica: el héroe-mártir, el villano y el traidor.

Julio Anguita

Construida en el siglo VI a. C. la Cloaca Máxima era el corazón que recibía y redistribuía las aguas fecales de Roma. Sin ella, todo el entramado de alcantarillas secundarias habría constituido a lo más una red acéfala y escasamente funcional.

opinión

La actividad preelectoral de la mayoría de fuerzas políticas, especialmente las de derechas, se ha convertido en una especie de Pasarela Cibeles en la que las modelos han sido sustituidas por flamantes candidatos y candidatas incorporados a última hora y casi siempre fuera de los activos humanos de la organización. Dichas incorporaciones suelen aportar como único acervo político la nombradía de los fichados y la sorpresa pasajera del impacto mediático. Pura imagen mercadotécnica. ¿Una práctica frívola, aislada y fuera de lugar? Aparentemente sí, pero solo aparentemente.

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