La inversión pública constituye una de las palancas fundamentales para impulsar la competitividad, el desarrollo socioeconómico y el bienestar social. Sin embargo, los niveles de inversión actuales, de 39.400 millones de euros en 2022, un 39,4% menos que los 65.000 millones registrados en 2009, retrasarán una década la recuperación de los niveles precrisis, situación que contrasta con la inversión en Francia e Italia, que en 2023 recuperaron dichos niveles. Y si nos ceñimos a las últimas previsiones de la CE, en 2024-2025 España nuevamente se sitúa en la peor ratio de inversión pública por superficie y población de la UE27, con 1.812 euros por km2 y millón de habitantes, un 32% inferior a la ratio de Francia y un 55% inferior a la de Alemania e Italia.