Redactor de elEconomista
Reforma impositiva

Solo el 0,45% de los contribuyentes españoles gana más de 150.000 euros al año. Éste sería el ínfimo segmento de la población llamado a rascarse el bolsillo en pro de la sostenibilidad de las pensiones, el sistema público de Salud o los subsidios de desempleo. El Gobierno quiere subir el IRPF a este selecto grupo para recaudar 400 millones de euros más, lo que, tomando la parte por el todo, supondría que cada afectado debería pagar cada año 4.400 euros más, o lo que es lo mismo, un 2,1% más en su factura fiscal, según cálculos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).

Empleo

Frecuentemente se señala que España es un país que padece 'titulitis', descuidando la formación en oficios a cambio de saturar el mercado de diplomas universitarios. A tenor de las cifras, esa realidad está cambiando: casi 800.000 jóvenes eligieron el curso pasado la Formación Profesional (FP), 200.000 más que en el curso 2011/2012, superando a los matriculados en Bachillerato. Y las posibilidades que ofrece esta opción formativa no paran de crecer: 161 ciclos de 26 familias laborales para adiestrar 660 perfiles profesionales en 4.980 centros. Datos que invitan al optimismo. ¿Por qué, entonces, esta opción académica no se termina de convertir en la herramienta contra el paro juvenil que el país necesita?

Copa del Mundo de Fútbol femenino Sub-20

El oro fue esquivo, pero esta plata sabe a gloria. las chicas de la selección de fútbol sub-20 cayeron en la final del Mundial después de haber marcado un hito que se consumó mucho antes de la final, tanto por atención mediática (nunca había suscitado tanto apoyo el balompié femenino) como por la brillantez de su paso por el torneo. Ganó Japón, pero triunfaron las mujeres.

Festivales

"Hay muchísimo miedo". Así respondió una fuente sindical -que prefiere mantener el anonimato- cuando elEconomista.es le preguntó sobre la situación de los trabajadores de muchos festivales de música. A pesar de las denuncias que se vienen realizando desde que se convirtieron en uno de los platos fuertes laborales y económicos del verano, la precariedad sigue siendo la nota predominante en estos eventos, y la ley del silencio pesa sobre el personal en muchas ocasiones. Así lo afirman los que viven del sector, quienes además agregan que las malas condiciones no sólo afectan a los camareros o iluminadores, sino también a las bandas que buscan abrirse hueco e incluso a los asistentes.

Vídeo: el testimonio de Ángela Serantes

Ángela Serantes se dedica profesionalmente a la captación de socios para organizaciones solidarias. trabajó durante varios años para Médicos Sin Fronteras (MSF) en Galicia. Fue despedida al poco tiempo de hacerse delegada sindical de CCOO y sumarse a una demanda colectiva que pedía la nulidad de la cláusula de objetivos mínimos para los captadores callejeros. Recientemente, el Tribunal Superior de Justicia de Galicia ha declarado la nulidad de la cláusula impugnada.

Finanzas personales

Los alquileres están por las nubes y en la calle empieza a oírse una copla de otros tiempos: "Me compensa más pagar una cuota que un alquiler". La banca se relame ante la nueva generación de clientes hipotecarios, por los que las entidades se baten sin cuartel, pero aún son pocos los que pueden enfrentarse con garantías a un préstamo por vivienda, y menos aún los que pueden hacerlo con holgura.

ONG

Embutida en sus 'shorts' y sus sandalias, María aguanta el sofocante calor de la calle madrileña de Preciados como mejor puede. En su mano sostiene una carpeta con el logo de Aldeas Infantiles, llena de solicitudes para hacerse socio, y su 'pitch-card', una suerte de planilla plastificada con información sobre los proyectos de la ONG. La mayoría de los transeúntes pasan rápido, evitando hacer contacto visual con ella. Han oído cientos de veces lo que les quiere contar. Y también saben que va a pedirles los datos bancarios. Allí, en ese preciso instante, en la calle. Le han enseñado que no debe dejarles que se lo piensen, ni pedirles el número de teléfono para contactar con ellos después. Tienen que hacerse socios de inmediato: cualquier otra cosa es veneno para las ventas. Porque eso es exactamente lo que hace María: vender. Vender solidaridad a cambio de un sueldo de 580 euros al mes.

Exploración espacial

Con la huella de Neil Armstrong en la Luna, la carrera espacial tocó un techo que, hasta hoy, no ha sido superado, al menos en lo que se refiere a misiones tripuladas. Hoy, la Guerra Fría está enterrada y el siglo XXI bien entrado, y la humanidad se plantea la próxima gran ordalía cósmica: pisar el suelo de Marte como paso previo a una futura colonización. El nivel tecnológico necesario ya casi se ha alcanzado y la servidumbre robótica ya está sobre el terreno, despejando el camino. ¿Cuál es el problema, entonces? Una palabrota de tres sílabas: dinero. Mucho, muchísimo que gastar para unos beneficios que, salvo sorpresa mayúscula, serán sólo patrimonio del alma.

Las raíces de la Globalización

La pólvora aún humeaba en la playa de Omaha y el lado más oscuro del ser humano se seguía manifestando, impunemente, en los mataderos de Auschwitz, Treblinka, Manila y Singapur. Y aún faltaba el horror de Hiroshima, Nagasaki y Berlín. Pero eso no impidió que los inminentes vencedores de la II Guerra Mundial se reunieran para decidir sobre una cuestión prosaica pero vital: los fundamentos que regirían las relaciones económicas en la mitad capitalista del mundo bipolar que estaba a punto de nacer. ¿El objetivo? Acabar con el proteccionismo, esa sombra que hoy regresa encarnada en un presidente estadounidense desbocado.