
Solo el 0,45% de los contribuyentes españoles gana más de 150.000 euros al año. Éste sería el ínfimo segmento de la población llamado a rascarse el bolsillo en pro de la sostenibilidad de las pensiones, el sistema público de Salud o los subsidios de desempleo. El Gobierno quiere subir el IRPF a este selecto grupo para recaudar 400 millones de euros más, lo que, tomando la parte por el todo, supondría que cada afectado debería pagar cada año 4.400 euros más, o lo que es lo mismo, un 2,1% más en su factura fiscal, según cálculos del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha).
El secretario general de la organización, José María Mollinedo, opina que "existe un claro margen para esta subida de impuestos", pues la brecha de presión fiscal española con respecto a la UE-28 se sitúa, anualmente, en los 61.798 millones, y asciende hasta los 75.822 millones respecto a los 19 países de la zona euro.
Los expertos de Gestha defienden crear tres nuevos tramos por encima de los 60.000 euros actuales: en los 120.000, 175.000 y 300.000 euros. Los técnicos de Hacienda, sin embargo, no se han quedado en el IRPF strictu sensu y proponen complementos a la medida: los suficientes como para cuadruplicar la recaudación.
Los ingresos, sostienen, podrían aumentar en otros 1.500 millones si se 'atacasen' los rendimientos del capital. Es decir, igualar la tributación de los rendimientos del ahorro de aquellos que por este concepto ingresen más de 50.000 euros -y ganen en total más de 150.000- con la de la renta general. Esta reforma afectaría a un grupo aún más elitista -86.000 personas-, que pagarían 17.300 euros más.
Es, pues, el ahorro-inversión, y no las rentas del trabajo, la gran veta por explotar para el erario público. Hay actualmente 8.481 "afortunados" (sic) que perciben rentas del capital de casi 900.000 euros de media, pagando menos de un 23% a través del "privilegiado régimen tributario de las rentas del ahorro", según el estudio de Gestha
La 'paradoja Buffett'
Carlos Cruzado, presidente de la organización, apostilla: "Ahí es donde está el factor diferencial". En la línea de la reforma de 2012, expone, "una reforma por tramos y una equiparación de las rentas del capital con las rentas del trabajo sería lo más eficiente". Para ilustrar la necesidad de un golpe de timón en este sentido, Cruzado cita la llamada 'paradoja de Warren Buffett': hace años, el célebre inversor aseguró que pagaba "menos impuestos que su secretaria", gracias al tratamiento especial de las rentas del ahorro-inversión.
El líder de Gestha es consciente, no obstante, de que cuando la soga fiscal aprieta, las grandes rentas buscan vías de escape y las encuentran: "Se intentarán buscar más vías de elusión a través de sociedades, desde luego, por lo que será necesario un mayor control y que se desplace la lupa a las fórmulas creativas de esquivar las obligaciones impositivas".
Respecto a la propuesta de Podemos, los socios del Gobierno, de fulminar las sociedades de inversión variable (sicav), Cruzado recupera los planes del anterior Ejecutivo. "No se trata de eliminar la figura, sino tapar las vías de elusión a través de ella obligando a que sus inversores tengan una participación efectiva, como proponía el PP".
La postura de Gestha respecto a las sicav es, por tanto, atajar su instrumentalización espuria: "Que dejen de ser instituciones de inversión colectiva utilizadas como instituciones de inversión privada para demorar el pago de impuestos". Para ello "hay que obligar a los inversores a tener una participación efectiva y hacer una inversión real, que dejen de ser 'mariachis' que se dedican a 'acompañar' la orquesta con inversiones del 0,1% destinadas sólo a disfrutar de un régimen fiscal más favorable".