Economía

Txema Guijarro (Podemos): "No renunciamos a la derogación de la Ley de Estabilidad Presupuestaria"

  • Tributos: "Subir impuestos a las clases altas es justicia social"
En la imagen, Txema Guijarro, portavoz de Unidos Podemos en el Congreso.

Podemos ha sido uno de los protagonistas del verano político español, y Txema Guijarro una de sus principales voces. Este economista madrileño es uno de los primeras espadas de la formación morada en la negociación que está llevando a cabo con el Gobierno para salvar la senda fiscal de Pedro Sánchez, aprobar nuevos Presupuestos Generales del Estados (PGE) y derogar la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

¿Cómo marcha la negociación con el Gobierno?

Estamos explorando las alternativas. Tras un arranque en el que el Gobierno no parecía tener mucha voluntad de negociar y en el que el diálogo parecía vetado, se han sentado a una mesa con el fin de llegar a acuerdos, lo cual es positivo.

¿Cuáles son la 'líneas rojas' de Podemos? ¿A qué no renunciaría la formación?

Ahora mismo no estamos dispuestos a renunciar a nada del programa que presentamos hace unas semanas. Al margen de eso, establecer una línea roja en algún punto determinado no es el enfoque correcto. Nuestro marco está muy claro: la ciudadanía en España, la mayoría social, tiene que notar cuanto antes en sus bolsillos un cambio en la política económica, y para que ello se pueda producir y que haya un Estado de Bienestar como Dios manda hacen falta recursos que habrá que financiar con aquellos que más tienen. Todos tenemos que contribuir a la caja fiscal del Estado, pero quienes más tienen contribuirán más. Ha llegado la hora que las clases medias y trabajadoras reciban servicios públicos por los que ya han pagado mediante subidas impositivas que aplicó el PP.

Ustedes han cedido en reformar y en no derogar la Ley de Estabilidad Presupuestaria.

Mientras nos sigamos moviendo en el actual marco legislativo, no tiene mucho sentido llegar a acuerdos porque quien tiene la llave al final es el PP. Pero vamos a ver qué es lo que queda tras la reforma. En nuestro programa de gobierno permanece la derogación de la Ley de Estabilidad; no renunciamos a ella. Nosotros no aceptamos nada que sea hijo del 135, porque el propio 135 fue una barrabasada, y todo lo que se desprenda de eso tiene un déficit de legitimidad de origen. Ahora bien, incluso con estos esquemas, queremos llegar a acuerdos: nos ponemos los manguitos y discutimos con el Gobierno.

Ya sabe que el Gobierno se niega a tocar el IRPF a la clases altas.

El Gobierno no nos ha trasladado formalmente que haya ninguna línea roja, ni en cuanto a IRPF ni en cuanto a sicav. Sobre la mesa están todas las figuras fiscales.

¿Deben las clases altas pagar un incremento del gasto en España?

El principal elemento recaudador no va a venir por ahí, pero es un elemento de justicia social que hay que poner en marcha. No puede ser que tribute lo mismo una persona que esté cobrando 40.000 euros brutos anuales que otra que esté cobrando 80.000. Esto no tiene ningún sentido y no ocurre en ningún país de Europa excepto en el nuestro.

¿En dónde caerá el peso de los nuevos ingresos entonces?

El Impuesto de Sociedades hay que tocarlo. Por supuesto, hay que introducir algún tipo de impuesto al negocio bancario en sí y a las grandes fortunas. Habrá que tocar también la imposición a empresas que tienen un elemento tecnológico o digital, que hasta ahora no venían pagando en igualdad de condiciones con otras empresas. Si no, se está produciendo una competencia desleal entre unas empresas multinacionales digitalizadas que operan a nivel global y empresas nacionales no tan digitalizadas a un nivel más local y que compiten entre sí.

Podemos habla de que es necesaria financiación para asegurar un suelo de necesidades. ¿De qué cantidades estamos hablando?

Eso es lo que se está definiendo ahora mismo en las mesas de negociación, y se está tratando. Tiene que ver con pensiones dignas, con rentas mínimas, con que la dependencia esté financiada... Cualquier cifra que podamos lanzar corre el riesgo de ser malinterpretada, hay que se cautelosos mientras estemos en negociaciones.

Tras apoyar la reforma de la Ley de Estabilidad, ¿respaldará igualmente Podemos la senda presupuestaria que presente el Gobierno?

No. Lo haremos en función de cómo resulten estas negociaciones. Nuestra voluntad es llegar a un acuerdo con el Gobierno y a partir de ahí daríamos pasos comunes en una política económica compartida.

Están negociando de forma paralela los Presupuestos Generales del Estado para 2019, ¿no?

Sí. De hecho, en las mesas de negociación con el Gobierno se están discutiendo elementos que necesariamente se tendrán que incluir en unos futuros Presupuestos.

¿Se aprobarán antes de que termine el año?

Todavía confiamos en llegar a tiempo a un acuerdo presupuestario. En cualquier caso, lo importante es que los Presupuestos salgan bien, no rápido. En ese sentido, se podría producir algún retraso. Ahora bien, estoy por apostarle que vamos a ser bastante más rápidos que Cristóbal Montoro en su momento.

¿Se considera ya Podemos un socio de Gobierno del PSOE con estas negociaciones?

Eso sería un término excesivo. Estamos negociando una serie de cuestiones económicas y sociales, pero no hay acuerdos cerrados que permitan definirnos como socios.

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