Canarias
Canarias atraviesa en estos momentos un parón total. Tal es el punto que la última vez que se vio el agua sus costas sin actividad permanente debió ser en 1478 cuando Juan Rejón, enviado por los Reyes Católicos y con permiso papal, vino a las islas para la Conquista. De aquel período hubo dos grandes negociadores. Al principio, se amularon pero poco a poco se dieron cuenta que debían negociar una integración en la Corona para ser eficaces como líderes. Desde la Península los Reyes Católicos supieron tener mano izquierda para superar el desgaste emocional que implicaba superar teorías de control que se percibió como actitudes hostiles. No hay que olvidar que previamente a esa llegada conocían el bautismo por sus contactos con portugueses. Los lusos y antes los mallorquines quisieron imponer una paz pero eso no cuajó. Solamente la negociación generó un clima de paz en las islas, uno de los objetivos anteriores desde la época de Enrique III.