Foro Económico Mundial de Davos

La economía ha dejado de funcionar como el metrónomo emocional del planeta. O al menos para los que manejan sus palancas políticas. Una década después del estallido de la crisis, la producción global bate las proyecciones y las cifras de crecimiento se revisan al alza. Pero en el Foro Económico Mundial de Davos, el ambiente que se respira desde hace un par de años es de preocupación, ansiedad e incluso un ligero pesimismo que chirría con el optimismo natural de los que miran la realidad desde la cima.

ECONOMÍA

Europa tiene demasiadas prioridades y un agujero en su Presupuesto común de entre 12.000 millones y 15.000 millones de euros al año que dejará la salida del Reino Unido en 2019. Por eso, la Comisión Europea tiene previsto presentar en los próximos meses un nuevo impuesto para aumentar sus ingresos sin pedir más dinero a las capitales. El objetivo a la vista es el plástico. Porque como señaló ayer el comisario de Presupuestos Günter Oettinger, el consumo de plásticos de la UE es "demasiado alto".

Unión bancaria y fiscal

Aunque el proyecto europeo no muestra tantas fisuras ni balbucea como lo hacía en el año 1992, o incluso en 2008, todavía se está lejos, muy lejos, de poder cantar victoria de manera definitiva.

Más transparencia en los mercados

El próximo año se cumplirá una década desde la caída de Lehman Brothers, el batacazo que metió en cintura la desmesura de los mercados financieros. Se cumplirán también 40 años desde que un inversor en la firma de otros hermanos, Salomon Brothers, diseñara el primer bono respaldado por hipotecas, marcando el inicio de la época dorada de bonos y derivados financieros que llevarían hasta la crisis.

Los desafíos que enfrenta

El Consejo Europeo fue concebido en su día como brújula para marcar la dirección del proyecto político. Su presidente actual, Donald Tusk, ha convertido las reuniones de los jefes de los Ejecutivos europeos en un ejercicio de fontanería colectiva para desatascar los problemas políticos que lastran el presente del proyecto comunitario.

Toque de atención a EEUU

Los responsables de Finanzas europeos enviaron ayer una carta a las autoridades estadounidenses para dar un toque de atención sobre la reforma fiscal que está negociándose. La misiva, enviada por los ministros de Finanzas de las principales economías europeas -Alemania, Francia, Italia, España y Reino Unido-, a la que tuvo acceso elEconomista, advierte de que "la inclusión de ciertas cláusulas menos convencionales relativas a la fiscalidad internacional podrían contravenir los tratados de doble imposición de EEUU y tener un impacto distorsionador enorme en el comercio internacional".

Se alcanzaron acuerdos menores

La Comisión Europea volvió ayer a probar que, aunque en algunas capitales como París o Madrid usen la lírica al hablar sobre Europa, a ella le toca gobernar en prosa. En la UE, la prueba del algodón para ver la distancia entre las expectativas de unos y las realidades de otros, sobre todo una Alemania con el nein siempre en la boca, es la creación de una verdadera unión fiscal.