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Fue en el mes de junio del año pasado cuando Grifols anunció que había suscrito un acuerdo con el fondo soberano de Singapur por valor de 830 millones de euros. La operación estaba vinculada a la entrada de dinero asiático en su filial estadounidense Biomat y la compañía aseguró que el dinero obtenido se utilizaría para "repagar deuda" en el marco de su compromiso por reducir apalancamiento. Es decir, Grifols anunció una inyección de capital.