El primer semestre del 2022 ha cerrado siendo uno de los peores inicios de año en varias décadas para la mayoría de las clases de activos. Tanto la renta variable como la renta fija han presentado fuertes correcciones de manera sincronizada, y solamente las materias primas han presentado un comportamiento positivo entre los principales activos. Las abruptas caídas no solo traen pérdidas monetarias, sino ansiedad entre los inversores (tanto particulares como profesionales), la cual a su vez empuja a la toma de peores decisiones de inversión de cara al futuro.

Ph.D., CFA, Miembro de CFA Society Spain