Los últimos quince años han sido difíciles para los seguidores de la disciplina de la inversión en valor (value investing). El imparable ascenso de las estrategias de inversión pasiva, las superiores rentabilidades de las acciones de crecimiento (growth) y el aumento generalizado de las valoraciones globales en los mercados desarrollados, en donde los principios y métricas de valoración tradicionales parece que han dejado de tener vigencia, han contribuido al mal comportamiento de las estrategias value. Esto ha provocado, inevitablemente, que los herederos de la tradición de Benjamin Graham estén disminuyendo y quedando progresivamente relegados a estrategias cada vez más nicho. Todo ello nos lleva a plantearnos la siguiente pregunta: ¿se trata esta dinámica de una mera aberración temporal, o quizá la tradición necesite algunos retoques para seguir siendo relevante en los mercados financieros actuales?

Ph.D., CFA, Miembro de CFA Society Spain