
Como cada cuatro años, este mes de agosto pudimos disfrutar durante unas semanas de los Juegos Olímpicos, celebrados esta vez en París. Aunque los Juegos siempre nos asombran con récords e historias de atletas improbables, hay un detalle menos conocido de los Juegos (pero no por ello menos importante) que se ha mantenido inmutable en todas las ediciones de esta competición de las últimas décadas, que no es otro que los fuertes sobrecostes sobre el presupuesto original que han sufrido cada una de estas ediciones. En el caso de París, por ejemplo, el presupuesto original de 3.600 millones de euros ha acabado ascendiendo a 8.800 millones.
Y, desgraciadamente, París no es un caso aislado ni mucho menos. De las 23 ediciones de los JJOO de las que disponemos de información detallada, la media de sobrecostes sobre el presupuesto original fue del 159%, y además todas ellas los sufrieron (no se salvó ni una). Los JJOO son, de hecho, de todos los "megaproyectos" actuales que se acometen, los que junto a las centrales nucleares sufren los peores sobrecostes de todo el planeta. El "campeón olímpico" de los sobrecostes fue Montreal en 1976, con la friolera de un sobrecoste del 720% sobre el presupuesto original. ¿Por qué algunos megaproyectos sufren más sobrecostes que otros, y qué podemos hacer para evitarlo?
En su libro reciente How Big Things Get Done, Bent Flyvbjerg, considerado como uno de los mayores expertos del mundo actualmente en la gestión de megaproyectos, y Dan Gardner exploran lo que separa a los proyectos exitosos de los que no lo son. Apoyándose en la base de datos más extensa del mundo que tenemos sobre las características de los megaproyectos, Flyvbjerg y Gardner nos muestran infinidad de historias (desde la Ópera de Sydney, pasando por el Guggenheim de Bilbao, hasta una modesta renovación de una cocina en Brooklyn) para entender cuáles son las mejores prácticas y por qué ciertos proyectos acaban descarrilándose. Lea también: Lecturas de un profesional CFA: Tener buenas ideas de inversión y saber ejecutarlas.
La principal conclusión de los números de dicha base de datos (que comprende aproximadamente 16.000 proyectos de más de 20 campos diferentes en 136 países), es desoladora: solo el 8,5% de todos los proyectos analizados han cumplido con el coste y el tiempo original con que se presupuestaron. Si adicionalmente incluimos como tercera variable si el proyecto acaba ofreciendo los beneficios que se esperan de él, ¡solamente un minúsculo 0,5% de todos los proyectos analizados cumplieron los tres requisitos!
Uno podría pensar que todas estas indeseables características de los proyectos que acabamos de comentar son al fin y al cabo porque estamos lidiando con proyectos "físicos", pero que en el caso de megaproyectos tecnológicos la realidad debería ser bien distinta. Sin embargo, la experiencia demuestra que desgraciadamente no es así. De hecho, algunos megaproyectos tecnológicos (como el funcionamiento de la página web HealthCare.gov cuando se lanzó el Obamacare, o la página web del sistema nacional de salud del Reino Unido) tienden a descarrilarse de gran manera. Los megaproyectos tecnológicos son tan peligrosos porque su distribución estadística exhibe la propiedad de "fat tails", es decir, la presencia de proyectos con desviaciones respecto al presupuesto absolutamente monstruosas (¡la media de sobrecostes para estos proyectos tecnológicos en la cola de la distribución es del 447%!).
¿Qué recomienda el libro para minimizar la posibilidad de estas desastrosas ejecuciones? Partiendo de una serie de casos exitosos como el Guggenheim de Bilbao (uno de los pocos proyectos en ese selecto 0,5% de proyectos exitosos), la ampliación del Metro de Madrid entre los años 1995 y 2003, o la planificación de las películas en Pixar, por nombrar solo tres de ellos, los autores destilan una serie de principios o manual de buenas prácticas en la planificación y ejecución de proyectos. Dichos principios son "think slow, act fast" (que defiende largos períodos de planificación y cortos para la ejecución a la vez), la experiencia previa en proyectos similares del equipo que está al mando (este es uno de los problemas que tienen los JJOO, ya que siempre los organizan equipos diferentes que acaban padeciendo del "síndrome del eterno principiante"), la importancia de la "visión externa" del problema, mitigación de los riesgos de cola y, finalmente, la importancia de la modularización – es decir, de organizar los proyectos de tal manera que se puedan dividir en subunidades repetitivas y en donde el fallo de una no arrastre la ejecución del proyecto entero.
De todos estos principios probablemente el que más tiempo le dedican los autores es a la importancia de la visión externa, un concepto importado de la disciplina de las finanzas conductuales y extremadamente útil a la hora de realizar predicciones. En general, la visión externa nos pide abstraernos de los particulares de nuestro caso en cuestión y que estimemos solamente las probabilidades medias (denominadas "probabilidades base") de eventos similares ("clase de referencia") que hayan ocurrido en el pasado. Este riguroso modo de proceder va en contra de la práctica más generalizada ("la visión interna") por la que recabamos toda la información relativa al problema sobre el que queremos realizar una predicción, sin prestar atención de cómo han resultado casos parecidos al nuestro en el pasado. Una de las conclusiones de la literatura de las finanzas conductuales es que las predicciones de la visión interna son invariablemente demasiado optimistas. No es de extrañar, por tanto, que a la hora de planificar un megaproyecto sean especialmente peligrosas.
Considerar las probabilidades base en la ejecución de un megaproyecto nos llevaría, por ejemplo, a considerar (usando las estadísticas que proporciona el propio libro) que a la hora de construir una central hidroeléctrica el sobrecoste medio que han sufrido estos proyectos en el pasado es del 75%, que el 37% de dichos proyectos han acabado en la terrorífica cola de la distribución (definida por aquellos proyectos que incurren en un sobrecoste superior al 50% sobre el presupuesto original) y que la media de sobrecoste para los proyectos en dicha cola es del 186%. Aunque las personas tenemos una gran habilidad para pensar que nuestro proyecto es especial y diferente al de todos los demás ("mi central no sufrirá los sobrecostes de las demás por tal y cual razón") y convencernos ciegamente de ello, los autores del libro argumentan de forma vehemente en contra de estos razonamientos tan ingenuos.
Para concluir, el libro examina cinco tipos de proyectos que están en las antípodas de los JJOO y las centrales nucleares, es decir, aquellos proyectos que cuándo se retrasan tienen menos probabilidades de tener sobrecostes abrumadores (tienen distribuciones estadísticas con colas más delgadas). Los cinco tipos de proyectos son: energía solar, energía eólica, centrales termoeléctricas, transmisión de electricidad y carreteras. ¿Qué tienen en común todos estos proyectos? Los autores argumentan que la presencia de elementos modulares, que por definición son repetitivos, hace que la ejecución del proyecto sea más sencilla. Dichos elementos, muy prevalentes por ejemplo en la industria del automóvil, son simples y funcionales, con la consecuencia de que los costes del proyecto disminuyen notablemente (no hay que estar diseñando nada nuevo ex profeso y de cero) y la velocidad de ejecución se acelera.
Aunque la mayoría de nosotros no tendremos la posibilidad de enfrentarnos a lo largo de nuestras vidas a ninguno de estos megaproyectos, las lecciones del libro se aplican igualmente a proyectos más cotidianos (como la renovación de la modesta cocina mencionada anteriormente) con los que nos encontraremos en repetidas ocasiones. Cualquier persona buscando mejorar la gestión y ejecución de proyectos encontrará enormemente valiosa la lectura de uno de los libros más completos de esta materia hasta la fecha. Y de paso, la siguiente vez que vean los JJOO, ¡se acordarán del desafío de tamaña tarea!
'Ficha técnica'
Título: "How Big Things Get Done: The Surprising Factors That Determine the Fate of Every Project, from Home Renovations to Space Exploration and Everything In Between"
Autores: Bent Flyvbjerg & Dan Gardner.
Editorial: Macmillan, 2023, pp. 304, tapa dura.
Reseña realizada por: Javier López Bernardo, PhD., CFA, Miembro de CFA Society Spain.