La crisis financiera que comenzó a gestarse en 2007, sin duda, ha abocado a los mercados a momentos insólitos. A escenarios sin precedentes o poco comunes en las últimas décadas. Una de las situaciones inusuales en la primera economía del mundo es que las empresas abonen dividendos en efectivo al accionista más atractivos que la rentabilidad que paga la deuda pública. Aunque en España esto es habitual, tradicionalmente los bonos del Tesoro estadounidense han ofrecido rendimientos más elevados que las retribuciones de las compañías del S&P salvo en momentos puntuales.

Jefa de Redacción de Bolsa & Inversión de elEconomista