Telefónica dirá adiós el mes que viene a la práctica que inició en 2011 de pagar una parte de su dividendo mediante acciones, conocida como scrip dividend y que ha usado en momentos puntuales, como en 2014 o 2015 -porque en 2012 canceló su remuneración y en 2013 la entregó en métalico-. De manera que en 2016 volverá a retribuir a sus accionistas íntegramente en efectivo los 0,75 euros por acción a los que se ha comprometido, aunque están supeditados al éxito de la venta de su filial británica O2 a Hutchison con la que prevé ingresar unos 14.000 millones de euros. Pero antes está pendiente la que será su última entrega en scrip, por un importe de 0,345 euros, que está confirmada para el próximo 7 de diciembre. Como siempre, si prefiere recibir la entrega en efectivo, Telefónica concede de margen hasta el próximo 26 de noviembre para solicitarlo.
La compañía que preside César Alierta ha hecho pública esta semana la hoja de ruta, con las fechas claves, para que sus accionistas decidan cómo quieren recibir el pago. En cualquier caso, lo que debe tener en cuenta es que por cada acción que tenga en cartera le corresponde un derecho y que se necesitan 34 derechos para conseguir un título nuevo. A partir de ahí existen varias opciones.
Si no se manifiesta y no hace nada con sus derechos, por defecto recibirá el dividendo mediante acciones que empezarán a cotizar el 16 de diciembre. Pero si lo que prefiere es recibir los 0,35 euros en efectivo el 7 de diciembre, que a los precios actuales implican una rentabilidad del 2,9%, entonces tendrá que solicitar la venta de sus derechos a Telefónica a un precio fijo, de 0,35 euros. Y la fecha tope para hacerlo es el 26 de noviembre.
La última posibilidad es vender parte o todos sus derechos en el mercado al precio al que coticen. Para ello se abre un periodo de negociación que, según el calendario, empieza el 18 de noviembre y termina el 2 de diciembre.
Sea cual sea la opción elegida, cuando se efectúe este pago se pondrá fin a una política que ha provocado que Telefónica haya tenido que ampliar capital prácticamente un 4% entre las dos ampliaciones de capital que ha llevado a cabo desde 2011. Y lo lógico es que en esta ocasión lo incremente en alrededor de otro 2%. Es cierto que la teleco no es una de las compañías que más ha abusado de esta fórmula ya que la banca y empresas como Repsol, Iberdrola o Ferrovial la han empleado en muchas más ocasiones, diluyendo más a sus accionistas. El caso más extremo es el del Santander, ya que la entidad ha puesto en circulación tantas acciones que ha ampliado un 46,8% su capital desde que introdujo el scrip en el año 2009.
Además, Telefónica es una de las empresas españolas que busca paliar los efectos dilutivos mediante una fórmula de retribución contraria que supone reducir el número de acciones. La operadora se ha comprometido a amortizar autocartera por un total del 1,5% del capital social este año y por otro 1,5% en 2016.
