El confinamiento vivido ha cambiado la percepción social sobre el teletrabajo. Eso es incuestionable. Aquella herramienta, no muy generalizada en nuestro país, era fruto de la voluntad de las partes a la hora de abordar esquemas organizativos dentro de la producción de la empresa. Ahora, con el proyecto de ley en el que está trabajando el gobierno, se posiciona más como un derecho de los trabajadores y una obligación para las empresas. No olvidemos, que la interactuación entre los seres humanos produce notables sinergias. Esto no puede llevar a situaciones de aislamiento laboral, por el bien de todos.