El impuesto a las energéticas, que el Gobierno creó con motivo de la reciente crisis inflacionista y que quería hacer permanente, se extinguirá el próximo 31 de diciembre. Una vez concluido el periodo de presentación de enmiendas al proyecto de ley que pretendía lograr esa permanencia, las fuentes consultadas por elEconomista.es confirman que Hacienda no logró el apoyo de Junts -clave para sacar adelante la iniciativa- a pesar de haber negociado con el grupo de Carles Puigdemont hasta las 18 horas, momento en el que se extinguía el plazo para presentar enmiendas.

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, insiste en sus declaraciones en privado que se han "malentendido" las propuestas sobre conciliación que elaboraron los populares, en particular su supuesta defensa de la jornada laboral de cuatro días semanales.

El concierto fiscal que persigue ERC –a través de su pacto con el PSC– generaría un coste cercano a los 2.100 millones de euros anuales para el sistema de financiación, y una pérdida de recaudación de unos 22.000 millones, según las más recientes estimaciones. Para compensar el roto en las cuentas, Moncloa se verá obligada a acompañar el proyecto de Presupuestos de un ambicioso paquete de medidas fiscales. Entre el catálogo de opciones que se presentan ya como ineludibles, si se quiere evitar la bancarrota del sistema, se encuentra la eliminación total de los dos tipos reducidos del IVA, lo que generaría unos ingresos tributarios de "en torno a los 15.000 millones de euros", según estima el catedrático Desiderio Romero Jordán, en su último artículo firmado para Funcas. Esa medida tendrá un indudable efecto en productos básicos de consumo, en especial en el ámbito alimentario, como pone de manifiesto el documento de la Fundación.

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas afectaría a 8,8 millones de trabajadores que verían mermado su horario de trabajo semanal en un 2,8%, y tendría un coste directo de 11.800 millones de euros en las empresas, con especial hincapié en los micro y pequeños comercios. Esto se debe a que las empresas que cuentan con menos de 49 trabajadores, tiene una menor capacidad de asumir gastos para contratar más personal y cuentan con menos oportunidades de captación en el mercado.

Economía

El nuevo gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, propuso como candidata para ocupar el puesto de subgobernadora en la institución supervisora a una economista con un perfil cercano al PP, como es el propio de Eva Valle, quien fue directora de la Oficina Económica de la Presidencia del Gobierno con Mariano Rajoy.

El Gobierno sopesa dar vía libre a la exigencia de Junts de elevar el tope de déficit que el Ejecutivo quiere marcar a las comunidades autónomas, y a las corporaciones locales en 2025, con el fin de asegurarse el apoyo del partido de Carles Puigdemont a los Presupuestos del año próximo. Fuentes cercanas a las negociaciones revelan a elEconomista.es que Moncloa no ha concretado aún hasta qué punto flexibilizaría el desequilibrio contable del 0,1% del PIB que ahora corresponde a los Gobiernos regionales, entre ellos, la Generalitat. Es por ello, que la votación de la senda de estabilidad presupuestaria prevista para este jueves se ha retrasado sine die.

Andalucía, Canarias, y Galicia están abocadas a recortes en su gasto público de hasta 6.100 millones anuales en el caso de que entre en vigor el concierto fiscal catalán. Estas tres autonomías son los territorios más afectados por la aplicación del llamado principio de ordinalidad que Cataluña quiere que marque la pauta en el sistema de financiación de régimen común. No obstante, dicho principio aboca a ajustes de este tipo a todas las comunidades, de mayor o menor cuantía, con las únicas excepciones de la propia Cataluña, Madrid y Baleares.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, inició ayer el curso político con un discurso en el que no solo defendió el pacto fiscal acordado por PSC y ERC. Además, el jefe del Ejecutivo aseguró que todas las demás autonomías, lejos de perder con esa cesión a la Generalitat, “verán incrementados sus recursos”. Para ello, Sánchez anticipó dos vías: multiplicar por dos los de por sí magros recursos del Fondo de Solidaridad –su dotación en el conjunto de 2023 no llegaba a 325 millones– y otra subida de impuestos para los contribuyentes de mayor renta.

Volver a llenar el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la conocida como hucha de las pensiones, les costará a todos los trabajadores y empresas –sobre todo a estas últimas– aproximadamente 20 euros más por empleado en el año próximo. Teniendo en cuenta esa cuantía extra, el desembolso por cada trabajador -calculado sobre el sueldo promedio– ascenderá a cerca de 200 euros anuales en 2025, frente a los 180 en los que sitúa actualmente para el conjunto de 2024.