Profesor de Economía Europea de la Universitat Autónoma de Barcelona
Opinión | Ferran Brunet

De las elecciones catalanas del 21-D podemos deducir diez rasgos: 1. La jornada electoral se celebró con normalidad democrática, aunque fuera tras los hechos inverosímiles del pasado mes de octubre; 2. Los catalanes constitucionalistas suman 2.212.871 votos y los separatistas 2.063.361; 3. El partido más votado (Ciudadanos con 1.102.099 votos, el 25,3 por ciento del total y 37 escaños) es seguido por JuntsxCat (con el 21,7 por ciento y 34), ERC (21,4 por ciento y 32), PSC (13,9 por ciento y 17), Comuns-Podem (7,5 por ciento y 8), CUP (4,5 por ciento y 4) y PP (4,2 por ciento y 3); 4.Junts-ERC-CUP suman 70 escaños y, siendo 68 la mayoría, podrán acceder al gobierno de la Generalitat; 5. La severa fractura entre catalanes (más que de estos con el resto de españoles) se mantiene. Las zonas urbanas son muy mayoritariamente constitucionalistas y las rurales son absolutamente separatistas; 6. A pesar del auge insólito de la participación hasta el 81,9 por ciento del censo, el constitucionalismo no consigue que su mayoría en votos alcance a ser mayoría de escaños, de modo que no podrá gobernar; 7. La confrontación con el Gobierno de España será la única energía del gobierno separatista que se forme a partir del 8 de febrero. Visto el obcecado radicalismo del anterior gobierno separatista, que consumó por completo su golpe de Estado y proclamó la independencia y la república catalana -aunque con nulo efecto, naturalmente-, es previsible un agudo escenario de enfrentamiento con España y de discordia en Cataluña; 8. Cataluña vive desde hace ya una década en un total desafío independentista al Estado de derecho. No solventado, el riesgo catalán es un envite a la integridad de España y se pone en riesgo a la democracia española. La secesión de Cataluña supondría el fin de la democracia española y de España, naturalmente. Y aunque, finalmente, la desintegración de España no ocurrirá, mientras tanto la descomposición política, social, interpersonal y económica de Cataluña es un daño muy grave y muy indebido que soportan los catalanes; 9. Secesión no habrá. Pero ya, hay y habrá impacto severo sobre la economía catalana y española.

Ferran Brunet

Vamos a considerar ¡un tema tabú! En Europa no hay quien se mueva. En algunos países hay altos niveles de paro, y a la vez en otros hay escasez de mano de obra. Y a pesar de ello, en Europa la movilidad laboral es exigua. En la Unión Europea existe realmente el derecho a la libre circulación de las personas, por ejemplo, para hallar un empleo en cualquier lugar de la Unión. Pero este derecho pleno se ejerce muy escasamente por las personas en paro. Probablemente, esta contradicción entre desempleo elevado en un país y nula movilidad de sus trabajadores se deba a que los incentivos para moverse son insuficientes.

Opinión | Ferran Brunet

¡Mano de santo! La restauración de la legalidad en la Generalitat de Cataluña ha producido una honda sensación de alivio. En las personas, en las instituciones y en los mercados.

Ferran Brunet

El análisis científico recoge, clasifica, cualifica, cuantifica y propone. En el caso de las ciencias sociales y, en particular, de la regulación pública estas tareas de análisis son complicadas. En la regulación se establece una relación dialéctica entre el poder público regulador y el sector privado regulado, entre reglamentación y competencia, entre seguridad y competitividad. Por regulación pública entenderemos, pues, tanto la actividad de regular, como el efecto de esta actividad regulatoria. La regulación de la actividad económica por parte de las administraciones públicas forma como un ovillo dónde es difícil desentrañar los cabos y hacer que, al fin, la regulación atienda realmente a sus presuntas benéficas finalidades. Entre el poder y la impotencia, la sobre reglamentación convierte la regulación en inefectiva, ineficaz e ineficiente.

Ferran Brunet

Al analizar el desafío de los separatistas catalanes tres aspectos aparecen con claridad. Primero: la secesión no tendrá lugar. Por tanto, no se producirá un crac económico, cifrable entre un -14,2% y un -23,4% del PIB, ni habrá los concatenados y graves efectos sobre el paro, las finanzas públicas, la banca y la renta de los catalanes y en menor medida del resto de españoles.

Ferran Brunet

Ayer el desafío del separatismo catalán a la democracia española alcanzó su cénit. Ayer en Cataluña se tejió otro eslabón del golpe de Estado secesionista. Ayer se produjo una solemne farsa a la democracia, una mastodóntica performance propagandística con el pretexto de un supuesto referéndum de independencia.

Ferran Brunet

En Europa, América y Asia hay un debate económico importante sobre las balanzas exteriores de las naciones. La cuenta de un país con el resto del mundo es uno de los indicadores económicos más relevantes. Muestra el desempeño de una economía y permite comparar su estructura, dinámica y políticas.

Opinión | Ferran Brunet

La separación de Cataluña del resto de España no se producirá. Tendría consecuencias económicas gravísimas, pero no sucederá. Sin embargo, el desafío del separatismo catalán al Estado de derecho y a la democracia española tiene ya ahora muchos efectos negativos. Son consecuencias políticas (caos político en Cataluña, relación explosiva con el Gobierno de España), sociales (confrontación importante, ninguneo de los derechos civiles y sociales de los catalanes no separatistas) y económicas (merma del PIB y otros aspectos, a los que dedicaremos la mayor parte de los párrafos siguientes).

Ferran Brunet

Francia tiene una gran coalición centrista y reformista! Los designios de la política son inescrutables: estuvo en un tris (un 4,3% de los votos separaron a Macron de Mélenchon) de que gobernara Francia un presidente de extrema derecha o uno de extrema izquierda. Sus programas coincidían en muchos puntos, y especialmente en una barbaridad: ¡salir de la Unión Europea y del euro!

Ferran Brunet

En Francia se ha hecho la luz: más del 60% de los votantes huyó del radicalismo. De este modo, el centrista liberal-social Emmanuel Macron será presidente de la República francesa.