El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, sostuvo este martes que Cataluña no participará en el "juego salvaje" de bajar impuestos a las rentas más altas, en referencia a los últimos anuncios autonómicos contra el impuesto de Patrimonio, y defendió orientar la política fiscal catalana pensando en las rentas medias y bajas, que de hecho cargan con el IRPF más elevado del país. Sin embargo, los pasos que está dispuesto a dar de momento el Ejecutivo catalán son todavía muy escasos, y se limitan a una deducción de 100 euros del tramo autonómico del IRPF por cada alumno entre el tercer curso de infantil y cuarto de la ESO de familias con rentas medias y bajas, según anunció Aragonès en la apertura de su segundo Debate de Política General en el Parlament.