En un contexto de subida de precios el IVA que se aplica a los alimentos tiene un efecto acelerador. En 2022 más de la mitad de la subida del IVA soportado por los hogares se debió a la inflación y, ese año, Hacienda registró recaudaciones récord por este impuesto (un 13,4% más) debido tanto al aumento neto del consumo, como a la reconfiguración de la cesta de la compra: de tener más peso los alimentos a tipo superreducido y reducido, se pasó a un mayor protagonismo de los alimentos sujetos a un tipo de IVA normal. Por tanto, si bien es cierto que se redujo el tipo medio del IVA desde el 15,04% de 2019 al 14,87% de 2022, las rebajas del IVA atenuaron una parte pequeña del impacto fiscal de la subida de los precios.

Profesor de OBS Business School y director de Eurocofin